Un mensajero de la bondad

No son necesariamente los grandes hacedores lo que dejan huellas perdurables en el corazón. Hace 125 años nacía el Apóstol de Distrito Gotthilf Volz. Se lo recuerda con un hombre bondadoso, generoso y auténtico.

“Debe haber sido la bondad en persona”, dice el encuestado durante la investigación sobre este artículo y cuenta de una vida familiar movida y de un encuentro muy personal con Gotthilf Volz. Quien fue durante una década el Apóstol de Distrito de Wurtemberg (Alemania del Sur) trascendió a la memoria de su generación.

Gotthilf Volz nació el 13 de febrero de 1893 en Sindelfingen. Con 18 años conoció la Iglesia Nueva Apostólica, en junio de 1912 recibió el Sacramento del Santo Sellamiento bajo la mano del futuro Apóstol Mayor Johann Gottfried Bischoff.

Verdad y autenticidad fueron conceptos centrales para él ya al comienzo de su vida de fe. “Para un joven no era, por cierto, un paso fácil unirse a una comunidad sobre la que públicamente se difundían calumnias como ‘verdad’”, escribió en su biografía. “¡Pero qué diferente sonaba la verdad del Espíritu Santo que escuchaba en los Servicios Divinos!”.

Doble cúspide en Wurtemberg

Ya pronto el joven Gotthilf Volz se involucró muy intensamente en su Iglesia. En 1914 recibió su primer ministerio y pasó por diferentes niveles desde Diácono a Obispo. En 1950 fue ordenado como Apóstol para secundar al Apóstol de Distrito de Wurtemberg, Georg Schall.

Junto con su antecesor condujo Gottfried Volz, colocado como Apóstol de Distrito en 1954, esta área de actividad hasta que ambos pasaron a descanso en el año 1965. No fue un tiempo fácil, pues las fracturas de la “era del mensaje” no sólo afectaron Renania, sino que también llegaron a Alemania del Sur.

Exitoso como empresario

Gotthilf Volz estuvo también activo como empresario, primero con una fábrica de tejidos. A comienzos de los años 1930 cambió a la electrotécnica y en 1934 comenzó con la producción de pequeños artículos del hogar con la marca “abc”.

Aquí aparentemente no sólo surgió la combinación de los recipientes de la Santa Cena, así como son hoy los cálices típicamente nuevoapostólicos. Muchos se beneficiaron de su éxito comercial, ya que se dedicó a ayudar a aquellos que pasaban por amargas necesidades. “Cuántos deseos cumplió en la vida de otras personas, quizás nadie lo pueda apreciar”, se dijo después de su fallecimiento en marzo de 1967 en el artículo necrológico publicado en la revista “Nuestra Familia”.

No sólo sobre generosidad, sino también sobre autenticidad y bondad testifican de Gottfried Volz tanto sus contemporáneos como los cronistas: “Escogí el camino de la verdad...”, dice el texto bíblico de Salmos 119:30 en el cual se basó el Apóstol Mayor Walter Schmidt para sus honras fúnebres. Y uno de sus pares recordó luego: “Calidez de corazón y bondad fueron su impronta. Su preocupación siempre estuvo dirigida a las ovejas de Cristo que le habían sido confiadas para cuidarlas y preservarlas conforme al sentir y la voluntad del gran Pastor Jesús”.


El Evangelista de Distrito Gotthilf Volz en el coro, sentado en el medio, alrededor de 1935 ( Foto: Zentralarchiv NAK Nordrhein-Westfalen)

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