Sacar provecho de las pruebas

¿Ratificar la omnipotencia de Dios cuando uno perdió todo? ¿Confesar el amor de Dios cuando uno sólo tiene ganas de llorar? Sí, dice el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider resolviendo una aparente contradicción.

"Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio". Esta palabra del Apóstol Pablo (Filipenses 1:12) fue la base de la prédica del domingo 16 de julio de 2017. El Apóstol Mayor Schneider celebró junto a sus hermanos y hermanas en la fe de Kawama/Lubumbashi (RD Congo) un Servicio Divino que fue transmitido a todas las comunidades de la RD del Congo, así como por la televisión de Congo y Burundi.

Confesar la fe en la necesidad

Pablo y Silas estaban en prisión. Sus oraciones y su alabanza a Dios impresionaron al carcelero y finalmente hicieron que él y su familia se dejasen bautizar. Un poco más adelante, el Apóstol Pablo nuevamente estuvo en prisión por el trabajo misionero que había realizado. Y también en esta oportunidad, a pesar de todas las tribulaciones, vio que podía dar testimonio de su fe. Finalmente esta confesión llegó "hasta el ejército romano e incluso al séquito del emperador", mencionó el Director de la Iglesia. Por eso Pablo pudo decir que su cautiverio había redundado para el progreso del Evangelio.

También en la actualidad, los cristianos pasan por tribulaciones y pruebas. Están expuestos a las mismas necesidades que todas las personas. "Entre los cristianos nuevoapostólicos hay muchos pobres, al igual que entre el resto de la población. Y si el franco congoleño pierde 60 por ciento de su valor, es para nosotros tan dramático como para todos los demás", expresó el Apóstol Mayor Schneider. Además, en la necesidad la fe es puesta a prueba especialmente: La pregunta "¿Dónde está tu Dios?" resulta agobiante. Y a veces la situación se vuelve aún más difícil, "cuando nos negamos a valernos del pecado para resolver nuestro problema", dijo el máximo dirigente espiritual.

Aprovechar para el mismo cristiano

El hecho de sufrir en sí no es una bendición; nadie va al cielo por haber sufrido. "¿Qué es lo que nos trae la necesidad?". El Apostol Mayor Schneider menciona tres aspectos:

  • 1. Entendemos mejor al amor de Jesús. Jesús sufrió los padecimientos morales y físicos más grandes. Por amor a la humanidad soportó estos padecimientos. "Cuando sufres, cuando sufres mucho, piensa en Jesucristo. Él sufrió en forma similar, ¡sólo para demostrarte su amor! Entonces comprenderemos toda la magnitud del amor de Cristo".
  • 2. Reconocemos nuestra motivación. Cuando se pasa por padecimientos, cuando las oraciones no son respondidas, se puede hacer un inventario de la propia motivación. "¿Por qué estoy con Jesús? ¿Por qué soy un hijo de Dios y soy fiel a Jesús? El verdadero motivo de nuestra obediencia, de nuestro trabajo, es nuestro amor a Él. Lo amamos porque El nos amó primero".
  • 3. Aprendemos a valorar la libertad en Cristo. Por el padecimiento y la adversidad, el hombre puede perder mucho. Pero al cristiano no puede serle quitada la libertad en Cristo. "Me he decidido seguir a Jesucristo. Me he decidido a luchar contra el mal".

Aprovechar para el prójimo

Mas las pruebas también pueden brindar la oportunidad de dar testimonio de Cristo, mencionó el Apóstol Mayor:

  • 1. Nos enfocamos en el amor de Jesús. Siempre hay un motivo para agradecer y para servir. "Por nuestro ejemplo, los hombres pueden descubrir el amor y la gloria de Jesús".
  • 2. Demostramos el poder del Espíritu Santo. "El poder del Espíritu Santo nos permite dar el primer paso, ser el primero que se despoja del mal. No, con nosotros no hay robo, no hay mentira, no hay ser deshonesto, no hay corrupción". Esto despierta la atención de nuestros conciudadanos y es un testimonio de Jesús.
  • 3. Testificamos sobre la presencia de Cristo a través del consuelo. "En la tribulación testifiquemos sobre la presencia de Jesús, brindando consuelo a nuestro prójimo y dándole fuerzas".
  • 4. Demostramos la unidad en Cristo. "Es parte de la naturaleza humana, que los hombres, cuando la situación se pone difícil, se vuelvan más o menos egoístas. Cada uno está para sí mismo. Demostremos que también en la aflicción seguimos siendo uno en Cristo".
  • 5. Mostramos nuestro amor al prójimo. Aunque Jesús tuvo que sufrir, siempre se concentraba en la salvación de los demás. "Podemos mostrar nuestro amor a nuestros hijos, a nuestra familia y a nuestro prójimo orando por su salvación y ocupándonos de su salvación, aunque nosotros mismos tengamos que sufrir mucho".

La conclusión del Apóstol Mayor: las pruebas brindan la oportunidad de fortalecer el amor a Jesucristo y la determinación de seguirlo. Las pruebas también posibilitan anunciar la gloria de Dios y ser testigos de Cristo.

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