Pentecostés 2014: Más bienaventurado es dar que recibir

Múnich/Zúrich. Un servicio divino transmitido vía satélite desde Múnich – millones de cristianos nuevoapostólicos en todos los continentes han podido vivir el servicio divino de Pentecostés con su máximo responsable espiritual Jean-Luc Schneider. Sólo en el Estadio Olímpico en la capital del estado federal se habían reunido 50.000 creyentes. En su mensaje de Pentecostés el Apóstol Mayor invitó a los creyentes a trabajar aún más en el amor hacia Dios y el prójimo: «Más bienaventurado es dar que recibir.»

Cuando el domingo de Pentecostés, el 8 de junio de 2014, comenzó el servicio divino a las 10 horas de la mañana, la temperatura ya había alcanzado los 30 grados. Esto supuso la conclusión la parte final del primer Día de la Iglesia Internacional. A pesar de estas elevadas temperaturas, más de 50.000 visitantes estaban presentes en el Estadio Olímpico. El servicio divino se transmitió en directo vía satélite a más de 100 años en todo el mundo.

Manos a la obra con amor

Al comienzo del servicio divino el Apóstol Mayor recordó al lema para el año 2014: Manos a la obra con amor. No se trata de un lema para un solo año. «Manos a la obra con amor debe de ser una parte fija de nuestra vida de fe», exclamó el Apóstol Mayor. El amor es imprescindible para poder prepararse para la venida de Jesús, la meta de la fe de los cristianos nuevoapostólicos.

Como base para el servicio divino y de la prédica, el líder de la Iglesia leyó la palabra de la carta a los Romanos 5:5: «Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado .»

«Tu esperanza no será defraudada»

En relación con la primera parte de la palabra bíblica el Apóstol Mayor comentó que la esperanza de las personas en Dios no será defraudada. «Esperamos en Su venida, Su salvación, Su ayuda.» Esta esperanza se basa en el amor divino. Y Jesús les dijo a las personas que nadie puede separarles del amor divino. El Apóstol Mayor repitió la promesa: «¡Tu esperanza no será defraudada!»

En su prédica arrojó una luz sobre los efectos del amor de Dios: «El amor ha sido derramado en nuestro corazón, debe crecer continuamente.» Para los individuos esto significa que tenemos que comprobar si nuestras decisiones van determinadas por el amor hacia Dios y el prójimo. «Nuestro ser debe caracterizarse por el amor hacia Dios y el prójimo.»

«Dar – sin cálculos»

El ejemplo es Dios: Él da a las personas sin cálculos, sin condiciones, sin contraprestación. «Dios deja que brille el sol sobre los buenos y los malos», recordó el Apóstol Mayor. «Dios es el Dador quien nos ama. También nosotros queremos dar, sin hacer cálculos y sin esperar alguna contraprestación». Jesús nos exhortó a invitar a los pobres, los que no podían devolverlo. «El que ama da sin contraprestación, sin cálculos.»

«Más bienaventurado es dar que recibir»

Sobre el tema amor, el Apóstol Mayor ofreció el conocido texto bíblico: «Más bienaventurado es dar que recibir, ya que si damos, estaremos más cerca de Dios, en comunión con Jesucristo.» Donde obra el amor, uno se siente impulsado a dar, sin esperar nada a cambio.

El Apóstol Mayor mencionó el ejemplo de la familia y del matrimonio. A menudo, hoy en día el matrimonio se ha convertido en una comunión de intereses. «La pareja sigue juntos mientras los individuos tengan un interés particular. Cada uno espera que reciba tanto como da.» Esto sería un desarrollo feo. Por tanto es la responsabilidad de los padres educar a los hijos en el amor de Dios y enseñarles que más bienaventurado es dar que recibir.

El consumerismo no tiene cabida en la Iglesia

Otro ejemplo que mencionó el Apóstol Mayor: En la vida de la comunidad de vez en cuando existe la tendencia al consumerismo, una influencia de la sociedad en la que vivimos. Para ello no puede haber lugar en la Iglesia. Es un error intentar ver los resultados de cada esfuerzo y esperar que se reciba algo a cambio. «No se trata resultados visibles, sino del activar del amor, sin esperar contraprestación alguna.»

Este mensaje lo envió también a las comunidades en África y en otros países. Muchas veces existe la esperanza de que la Iglesia deba dar esto o aquello. Sin embargo, tenemos que estar dispuestos a dar en lugar de recibir.

Gracias a todos los colaboradores

Tras finalizar el servicio divino el Apóstol Mayor dio las gracias a todos los colaboradores que hicieron posible el Día de la Iglesia. Con un gran aplauso los 50.000 participantes valoraron el esfuerzo de los muchos voluntarios. El Apóstol Mayor en descanso Wilhelm Leber, que pasó al descanso en Pentecostés de 2013, subió al escenario con aplauso y pudo dirigir algunas palabras a los oyentes en todo el mundo.

El servicio divino de Pentecostés terminó con el cántico del Día de la Iglesia Internacional Entonad un cántico de Dios.

El Día de la Iglesia continuará hasta el domingo por la tarde. Los puestos de las iglesias regionales cierran a las 18:00 horas. Con ello el primer Día de la Iglesia Internacional de la Iglesia Nueva Apostólica pasará a la historia.

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Peter Johanning
12.06.2014
DII, Pentecostés , Alemania, servicio Divino