Norteamérica, Canadá: La lucha por los derechos básicos todavía no terminó

En Canadá está prohibido por la Ley de Derechos Humanos allí vigente el tratamiento discriminatorio de hombres y mujeres. Las mujeres deben tener las mismas chances y posibilidades en el mercado laboral y por el mismo trabajo deben recibir el mismo sueldo que los hombres. En los Estados Unidos se respeta en estos asuntos el artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos".

El Foro Económico Mundial observó en los últimos 10 años a nivel global la brecha entre los géneros y registró datos de 145 países sobre en qué medida las mujeres pueden incorporarse en el campo de las finanzas, la educación, la salud y la política. Desde 2006 se han echo progresos positivos en estos ámbitos. Sin embargo, en Canadá y Estados Unidos a las mujeres se les paga menos por un trabajo de igual valor y están poco representadas debido a las limitadas oportunidades para dirigir en las esferas políticas, públicas y corporativas.

Mientras celebramos el progreso alcanzado, el progreso en sí mismo no es suficiente ni tampoco satisface en todos sus aspectos. El progreso, más bien, se convierte en combustible para un cambio mayor. Las mujeres todavía no pueden desplegar su potencial pleno y muchos de sus talentos están enterrados. Según el informe de la Brecha Global de Género 2015 que analiza la igualdad de géneros, en los Estados Unidos y Canadá las mujeres tienen el mismo nivel de educación y de salud que los hombres, sin embargo ellas ocupan solamente una fracción de los puestos cumbres en la política y las finanzas. ¿Por qué las mujeres calificadas y competentes tienen tan pocas oportunidades para demostrar sus cualidades de conducción?

En la lucha por la igualdad de derechos, cada uno de nosotros en nuestro círculo de influencia debe proponerse activamente cerrar la brecha que hay entre los géneros. Jesús nos dio la llave para ello en su mandamiento "Ama a tu prójimo como a ti mismo" (Marcos 12:31). Los talentos que Dios nos ha dado a todos no podemos mantenerlos ocultos ni desaprovechados, los debemos usar y desplegar su pleno potencial. Así, en vez de luchar por libertad e igualdad de derechos, trabajaremos juntos fructíferamente para alcanzar nuestras metas.

(Referencia: Informe de la Brecha Global de Género 2015. (n.d.). Obtenido el 27 de enero de 2016 en http://reports.weforum.org/global-gender-gap-report-2015/)


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Fecha:


07.03.2016