Preguntas y respuestas sobre la interpretación de ministerio

Los Apóstoles participan en todo el mundo de futura interpretación de ministerio. En la segunda asamblea de Apóstoles de Distrito del año, que delibera en estos momentos, los Apóstoles de Distrito armonizan y consolidan los aportes realizados en reuniones y grupos de trabajo. Aquí una síntesis.

¿Por qué se habla sobre la interpretación de ministerio?

Con la publicación del Catecismo en el año 2012, la Iglesia Nueva Apostólica presentó por vez primera en su tradición de casi 150 años una obra amplia, en la que por escrito se plantean sus fundamentos. A la pregunta “¿cómo comprendemos el ministerio?” responde el capítulo siete completo. “Y ahora se plantean preguntas derivadas”, ya explicó el Apóstol Mayor e. d. Wilhelm Leber en 2013.

¿Cómo se desarrollan en general las deliberaciones?

Desde comienzos de 2014, el grupo de trabajo "Temas referentes a la fe" reúne y consolida los fundamentos que se desprenden de reflexiones teológicas y aspectos históricos. El grupo especializado analiza las preguntas planteadas e intenta concebir las posibles respuestas. Al respecto delibera regularmente desde marzo de 2015 la asamblea internacional de Apóstoles de Distrito. Sobre algunos puntos se toman resoluciones, otros en cambio regresan al grupo de trabajo para más consultas.

¿Por qué participan tantos Apóstoles?

Por un lado, el Catecismo define el apostolado como el ministerio que establece la doctrina. Por el otro, la interpretación de ministerio en su aspecto organizativo también posee dimensiones culturales. Por eso, por iniciativa del Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider se incluye a la totalidad de los alrededor de 350 Apóstoles del mundo en las deliberaciones. Esto ocurre más bien por escrito. Pero en relación con el intercambio personal, el Director de la Iglesia también aprovechó las asambleas continentales de abril y de mayo de 2016 con los Apóstoles de Europa, América, Australia y Asia.

¿Qué estructura básica tiene la interpretación de ministerio?

El Catecismo conoce tres niveles ministeriales con diferentes autoridades espirituales.

  • El ministerio de Diácono con la autoridad de anunciar la palabra de Dios.
  • Los ministerios sacerdotales, que además de lo antedicho también tienen el encargo y la autoridad de dispensar el Santo Bautismo con Agua, de anunciar el perdón de los pecados y de consagrar y suministrar la Santa Cena.
  • El ministerio de Apóstol, que además de las funciones antedichas también tiene la autoridad de bautizar con el Espíritu Santo y de ordenar a los portadores de ministerio.

¿Qué sucede con los niveles ministeriales intermedios?

Las demás diferenciaciones —como por ejemplo las que se plantean con otros ministerios sacerdotales— remiten al pensamiento fundamental de la Comunidad Católica Apostólica de reinstaurar la Iglesia en su forma original. La vista general de todos los pasajes bíblicos relevantes muestra que la Iglesia del principio no tenía una estructura ministerial unificada. Así por ejemplo, los Ancianos y los Obispos cumplían, al principio, la misma función, la de dirigente de las comunidades. Su nombre solamente dependía de si dirigían una comunidad judeocristiana o una de impronta griega.

¿Cuánto tiempo durará todavía el debate?

Para el tema de la interpretación de ministerio no se ha fijado un cronograma, tampoco hay presión de tiempo. En cada caso, el Apóstol Mayor y la asamblea de Apóstoles de Distrito cumplirán el cometido de reflexionar exhaustivamente sobre estas preguntas elementales y de tomar resoluciones al respecto con un amplio consenso. La consigna del Director de la Iglesia es: “Nos tomaremos el tiempo que sea necesario para ello”.

¿A qué lineamientos se atiene el proceso decisorio?

Sobre la forma de trabajar de la asamblea de Apóstoles de Distrito, cierta vez, el Apóstol Mayor mencionó al margen de un Servicio Divino: con el corazón, el alma y el entendimiento. Al comenzar está la oración, luego la adquisición de conocimiento y finalmente el intercambio de experiencias y sensaciones. “A veces tomamos conciencia de lo poco que aún estamos informados, en cuyo caso tenemos que recopilar más conocimiento. A veces nos damos cuenta de que es necesario más tiempo para el intercambio. Muy habitualmente también sentimos que necesitamos más Espíritu Santo: oremos todavía más y más fervientemente".


Foto: Peter Johanning

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