Oír completo el mensaje de Jesús

Incluso en la fe lo verdadero puede reconocerse con toda claridad sólo por instantes. Y después de esas cúspides se pasa otra vez al valle de lo cotidiano. Aquí cómo quedarse, pese a todo, en el curso en dirección a la gloria.

La visión del Monte de la Transfiguración fue el tema tocado el 18 de marzo en Buenos Aires (Argentina) para lo cual se tomó el texto bíblico de Marcos 9:7: "Entonces vino una nube que les hizo sombra, y desde la nube una voz que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd". Casi 1.800 participantes estuvieron presentes en Servicio Divino con el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider en la iglesia central y otros 19.000 más por transmisión de video a Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay.

En el punto culminante del reconocimiento

Dos hombres, los dos tuvieron un encuentro con Dios, los dos fueron precursores del Mesías, los dos tuvieron que sufrir como servidores del Señor: Moisés y Elías dieron testimonio de Jesús, en su naturaleza divina y como el Mesías. Tres discípulos eran parte del grupo y hubiesen preferido quedarse en el Monte de la Transfiguración.

¿Y por qué estaban allí? Jesús los habrá querido consolar y fortalecer, explicó el Apóstol Mayor. Pues los discípulos estaban atribulados por el sufrimiento que el Señor había anunciado para sí mismo. Y por las tribulaciones que había predicho también para ellos. Y así podrían vivir la gloria de Dios.

Entre la claridad y la duda

"A veces hacemos una experiencia de fe y entonces es obvio que por su ayuda podemos ver la gloria de Dios". Pero, "no cada oración es respondida y aun si servimos al Señor tenemos que llevar una cruz". A veces entra un poco de amargura al corazón: "¿Es esta la recompensa?".

"El Espíritu Santo quiere consolarnos y fortalecernos", enfatiza el Director de la Iglesia. "En el Servicio Divino, el Espíritu Santo quiere que veamos la gloria de Jesucristo": su amor, su gracia y paciencia, su cercanía en la Santa Cena, el futuro que tiene preparado. "A veces se puede ver a Jesús a través de nuestro hermano y nuestra hermana, cuando Dios los envía como un ángel para ayudarnos".

"Esos instantes de gloria no duran tanto y pronto volvemos a la vida cotidiana". Entonces de nuevo se ve muy rápidamente sólo el lado visible de la Iglesia, al Apóstol y los portadores de ministerio, como también los hermanos y hermanas con todas sus faltas y debilidades. Y quizás Jesús mismo parezca débil frente a todo el mal que hay en el mundo. ¿Y ahora qué?

No pasar por alto la mitad

"Oye el mensaje completo", fue el consejo del Apóstol Mayor. Pues "el mensaje completo es un mensaje de esperanza y de alegría". Ya los discípulos cometieron el error de no escuchar a Jesús hasta el final. Sólo atendieron al anuncio del sufrimiento. "Se perdieron la última parte sobre la resurrección".

"No estés sorprendido cuando tengas que sufrir o pasar por tribulaciones". El Señor ya lo predijo. Pero también prometió que el que sigue a Jesucristo hasta el final, entrará en su reino y compartirá su gloria.

Pero no debe quedar en solamente oír: "Todavía no hemos sido transfigurados en el cuerpo de resurrección, pero la vida de Jesús vive en nosotros. Y queremos que esta vida se desarrolle en nosotros. Queremos que se vuelva más y más visible".

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Andreas Rother
28.03.2018
Argentina, apóstol mayor, servicio Divino