Agradecimiento por la cosecha en tres dimensiones

Alabar, compartir, preservar. El agradecimiento por la cosecha se puede celebrar de las más diferentes formas. Por eso, las comunidades de todo el mundo establecieron sus propios puntos centrales. Y no todos lo celebran este fin de semana.

El primer domingo de octubre las comunidades nuevoapostólicas de todo el mundo festejan tradicionalmente su agradecimiento por la cosecha. Sin embargo, la trascendencia de esta fiesta es diferente en cada región: para los hermanos y hermanas en la fe de Brasil, aunque el agradecimiento por la cosecha es un Servicio Divino especial, no es un acontecimiento social en la vida de las comunidades como lo es, por ejemplo, en Asia del Sudeste. Allí el agradecimiento por la cosecha es una verdadera fiesta, casi como Navidad.

Agradecimiento en himnos

Hay muchos motivos para agradecer a Dios. Esto no sólo se escucha desde el altar. Los miembros de la Iglesia también lo demuestran por sí mismos, por ejemplo, en las comunidades Balingen y Sinsheim en Alemania del Sur: allí los hermanos tienen la posibilidad de escribir su agradecimiento personal en un trozo de papel y pegarlo en un panel de anuncios.

Las formas de agradecer también son muy diversas. Una de ellas, el alabar con himnos, es el recurso elegido, por ejemplo, en los conciertos que se ofrecerán en Unna y Bünde (Alemania del Oeste), así como en Berlín. Aquí el comienzo del festejo ya es el sábado con conciertos de coro, orquesta u órgano en Heilbronn, Stuttgart y Kornwestheim (Alemania del Sur).

Agradecimiento compartiendo

El concierto a beneficencia que darán tres coros de juventud de distrito en Freudenstadt (Alemania del Sur) hace referencia a otra dimensión de la fiesta de agradecimiento. Así como el amor a Dios y el amor al prójimo están vinculados, el agradecimiento a Dios también repercute en nuestros contemporáneos, si se lo comparte con ellos. Existe para ello, por un lado, la posibilidad para todos en general de una ofrenda especial y, por el otro, tradiciones y acciones individuales.

El adorno del altar, que sigue siendo el preferido en esos días, formado por frutos del campo, se prepara en París (Francia) recién el domingo por la mañana: muchos hermanos en la fe traen algo de fruta, verdura, pan u otros elementos similares y los dejan delante del altar. Después del Servicio Divino, la decoración es repartida entre todos. Muchas comunidades de todo el mundo luego entregan los alimentos a personas necesitadas. Este es el motivo por el cual, por ejemplo, en Sudáfrica con frecuencia hay delante del altar latas de conservas.

Una tradición especial en cuanto a compartir existe en muchas comunidades de Argentina. Allí se preparan pequeños regalos que después del Servicio Divino recibe cada concurrente. Y el compartir no se limita sólo a nuestro propio círculo. En Berlín algunas comunidades donan, por ejemplo, a entidades caritativas, las cuales luego les brindan a personas necesitadas un acceso económico a determinados alimentos. El mismo apoyo también se brinda en Alemania del Sur: la obra caritativa “human aktiv” pone a disposición de instituciones caritativas 80.000 euros.

Agradecer a través de preservar

El que se preocupa por el prójimo, tampoco se puede olvidar de las generaciones futuras. Así, en la Iglesia regional Berlín-Brandeburgo (Alemania) la fiesta de agradecimiento por la cosecha está bajo el lema “Glorificar al Creador – preservar la creación”. Una parte de la ofrenda de agradecimiento se entrega a una organización de preservación de la naturaleza. Y las comunidades reciben documentación sobre cómo tratar correctamente la naturaleza.

Esta iniciativa no sigue únicamente una tendencia moderna sobre la ecología, sino que en principio ya está anclada en el Antiguo Testamento. Así explica Markus Cromhout, teólogo en la Iglesia Nueva Apostólica África del Sur: los israelitas y los judíos no se veían como propietarios de la tierra que compraban, sin únicamente como arrendatarios de Dios.

Agradecer con preparación

Cuando en los demás continentes ya no resuenen los cánticos de alabanza y los altares ya no estén adornados, en América del Norte recién se comienza. Los hermanos y hermanas celebraron durante mucho tiempo el agradecimiento por la cosecha como una festividad de la Iglesia el primer domingo de octubre y como fiesta nacional el cuarto jueves de noviembre.

Entretanto el Servicio Divino de Agradecimiento por la cosecha tiene lugar el domingo antes del feriado, que como fiesta familiar en los EE.UU. es al menos como si fuera la fiesta de Navidad. Pero lo que le faltaba a la Iglesia regional era un tiempo de preparación, así como el Adviento antes de Navidad o la pasión antes de Pascua. Precisamente esto se implementará este año. El contenido de cada Servicio Divino va conduciendo hacia la fiesta de acción de gracias, comenzando este fin de semana.

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