El poder invencible del bien

Vencer el mal con el bien, ¿es posible? En un Servicio Divino, el Apóstol Mayor dio instrucciones sobre cómo hacerlo.

“No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal” (Romanos 12:21). Este fue el pasaje bíblico sobre el que el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider predicó en Kolda (Senegal) el 23 de septiembre.

Celebrar las victorias

“En cada Servicio Divino celebramos algo”, comenzó su prédica el máximo dirigente de la Iglesia. “Celebramos la victoria de Jesucristo”. La razón: “Él fue más fuerte que el mal y nadie pudo impedirle amar a Dios y a los seres humanos hasta el final. Obtuvo la victoria sobre el mal y la victoria sobre la muerte porque resucitó de entre los muertos”.

Los creyentes también pueden beneficiarse de esta victoria: “Cuando nos acercamos a Jesús, Él también quiere darnos la fuerza para obtener la victoria”, dijo el Apóstol Mayor. “Hay mucho mal en el mundo, pero no te dejes vencer por el mal. Vence el mal con el bien. El mal es muy poderoso, pero con Jesús puedes ser más fuerte que el mal y también puedes ser vencedor”.

“El mal es, en primer lugar, todo lo que se opone a la voluntad de Dios”. La voluntad de Dios es que las personas vivan en comunión con Él y entre sí. “El mal son todos los poderes que quieren destruir esta comunión de los seres humanos con Dios y la comunión de los seres humanos entre sí”. Y “todo lo que nos hace sufrir”, es decir, la enfermedad, la muerte, la injusticia, todas consecuencias de la caída en el pecado. “Y finalmente, el mal también está vinculado con todos los poderes que se oponen a Jesucristo”.

Resistir las tentaciones

No dejarse vencer por el mal significa resistir las tentaciones. Adán y Eva habían hecho caso al mal y, por lo tanto, fueron separados de Dios. Jesús también estuvo expuesto a la tentación, pero la resistió: “Amados hermanos, también el diablo viene a nosotros para tentarnos. Debemos reconocerlo. Su único objetivo es separarnos de Dios”, advirtió el Apóstol Mayor Schneider. Pero confiando en Dios se puede vencer la tentación: “Comparte tus dudas y preguntas con Él, y con la ayuda de Jesús conseguirás superar esa duda y vencer la tentación”.

Vencer el mal con el bien

Aquellos que sufren corren el peligro de enojarse con Dios y entonces alejarse de Él. “Aunque no entendamos lo que Dios hace, debemos confiar en Él”, aconsejó el Apóstol Mayor. “Por lo tanto, no respondas al mal con el mal, sino véncelo con el bien”. En concreto, esto significa:

  • Reconocer la responsabilidad: “En primer lugar, vencer el mal con el bien significa preguntarnos por nuestra propia responsabilidad en lo que nos ocurre”.
  • Reconocer que somos pecadores: “No podemos permitirnos condenar al otro, porque de lo contrario tendríamos que condenarnos a nosotros mismos, ya que al fin y al cabo todos somos pecadores”.
  • Ser pacientes: “Contrarrestar el mal con el bien significa seguir haciendo la voluntad de Dios incluso cuando se sufre”.

El mal no será eliminado por completo, por mucho que se intente hacer el bien, admitió el Apóstol Mayor. “Pero un día nos permitirá escapar del mal y entrar en el reino de Dios como Jesús”.

Luchas internas

“He hablado del mal que viene de afuera y nos hace sufrir. Pero el mal no solo viene de afuera”, dijo el Apóstol Mayor. También está dentro de uno mismo. “Aquí también, no dejemos que el mal nos derrote. Venzamos el mal con el bien, por medio de Jesucristo”. Hacer el bien significa aquí:

  • “Si somos humildes y nos acercamos a Cristo con fe y arrepentimiento, Él puede borrar nuestros pecados”.
  • “Por medio de Jesucristo y sus poderes, podemos llegar a ser como Jesucristo y acabar con el viejo Adán, el mal que habita en nosotros, para ser una nueva criatura en Cristo según la voluntad de Dios”.

Vencer juntos

“Vivimos juntos en Cristo”, recordó el Apóstol Mayor. “No estamos solos. Tenemos a nuestro hermano, a nuestra hermana a nuestro lado, ellos también sufren bajo el maligno. Algunos han caído en la tentación y se han alejado de Dios. Otros sufren mucho a causa del maligno. Amados hermanos y hermanas, podemos acudir en su ayuda y ayudarlos a vencer el mal”. Más precisamente,

  • “compartiendo su dolor”
  • “mostrando amor fraternal” y perdonando al prójimo
  • “ayudando a vencer el mal que el prójimo está sufriendo actualmente y el mal que habita en su interior”.

“Cuando nos esforzamos por vencer el mal con el bien, no nos convertimos en herramientas en manos del diablo para seguir haciendo el mal y aumentar el mal en el mundo, sino que nos convertimos en testigos de Jesucristo, que gracias a Jesucristo cada uno puede decir ‘no’ al mal y ‘sí’ al bien”.

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Katrin Löwen
29.11.2022
Senegal, apóstol mayor, servicio Divino