¡Dios te toma en sus brazos!

Un pensamiento reconfortante en tiempos difíciles: Dios lleva a sus hijos y los guarda hasta el final. En realidad, el Apóstol Mayor quería llevar este pensamiento en su viaje pastoral al Congo. Sin embargo, la pandemia lo impidió.

Así que eligió Bensheim/Alemania y la comunidad se alegró con la visita sorpresa. El Servicio Divino tuvo un comienzo algo difícil, ya que el texto bíblico de Isaías 46:3-4 es largo y suena complicado: “Oídme, oh casa de Jacob, y todo el resto de la casa de Israel, los que sois traídos por mí desde el vientre, los que sois llevados desde la matriz. Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré”.

Llevar y soportar

Sin embargo, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider centró su prédica en los beneficios del acompañamiento divino en los días buenos y malos de la vida de una persona: “Dios concede su ayuda, su gracia y su salvación a quienes creen en su promesa, confían en Él y se preparan con perseverancia para el retorno de Cristo. Mantengámonos firmes en la fe, en el amor a Dios y en el amor al prójimo”, fue su conclusión.

¿Qué hay que tener en cuenta? Dios promete, a través de las palabras de su profeta, que siempre quiere estar cerca de su pueblo, para ayudarlo y guardarlo: "Cada día de nuestra vida trabaja por nuestra salvación, independientemente de nuestra situación y nuestras capacidades, seamos grandes y fuertes o pequeños y débiles”.

Esta promesa se aplica a cada creyente, pero también a la Iglesia en su conjunto. Dios vela por ella en todas las fases de su historia. ¡Nunca ha abandonado a los cristianos fieles!

  • Los toma en sus brazos y da testimonio de su amor por ellos. Los lleva y los ayuda a superar los obstáculos.
  • Los soporta en los momentos de debilidad, los levanta cuando caen y les da gracia.
  • No se conforma con una ayuda puntual y temporal: los guarda perfecta y definitivamente.

Dios también “soporta” a las personas. Él las lleva al reino de los cielos: “Sin Él no se puede alcanzar el reino de los cielos, sin su gracia no se puede lograr”.

Recordatorio de los dones de Dios

Al mismo tiempo, el Apóstol Mayor señaló que la palabra bíblica nos invita a recordar los muchos y buenos dones de Dios:

  • No podemos contar los pecados que Dios ya nos ha perdonado. Este simple hecho debería hacernos humildes.
  • Agradezcamos a Dios por todas las veces que ha acudido a ayudarnos.
  • La historia de la Iglesia y nuestras experiencias personales dan testimonio de la fidelidad y el poder de Dios.

Somos exhortados a creer y confiar en la promesa del retorno de Jesús. El pueblo de Dios no está librado de la lucha contra el mal.

Creer en todas las circunstancias

El Apóstol Mayor Schneider predicó sobre otro pensamiento importante que se le ocurrió al leer el texto bíblico. “El profeta nos recuerda que el Señor siempre es el mismo. Dios no cambia”. Dios espera que los creyentes obedezcan su ley en todas las circunstancias, independientemente de la edad, las circunstancias personales o las de la Iglesia. “Y esta ley se puede resumir de forma muy sencilla. Debemos

  • creer. Tener la firme seguridad de que Dios cumplirá su promesa y no dudar de lo que no vemos.
  • amar a Dios con todas nuestras fuerzas y toda nuestra mente. Demos siempre prioridad a nuestra vinculación con Dios.
  • amar al prójimo como a nosotros mismos, haciendo por él lo que esperamos que los demás hagan por nosotros”.

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Peter Johanning
11.08.2021
Alemania, apóstol mayor, servicio Divino