Fiat panis: hágase el pan

El pan es un medio para VIVIR. Pertenece a los pobres y los ricos en la misma medida. En una rebanada de pan se distinguen las diferencias superficiales, pues el pan salva a los hambrientos de la muerte y satisface a los satisfechos. Aquí algunos pensamientos sobre el Día Mundial de la Alimentación.

16 de octubre: Las Naciones Unidas celebran el Día Mundial de la Alimentación, también llamado Día Mundial del Hambre, la Unión Internacional de la Panadería y la Pastelería UIBC el Día Mundial de Pan. ¿Un día de conmemoración sin importancia? Sí, tal vez para aquellos que siempre tienen sobre su mesa una canasta llena de pan. Pero el que se pone un trozo de pan en su boca, tendría que pensar de inmediato en los hambrientos y lamentablemente hay muchísimos de ellos en el planeta Tierra.

Alimento básico y medio para vivir

El pan siempre fue un alimento básico. El pan le brinda al hombre un porcentaje esencial de su alimentación, así como la carne o el pescado o la leche. Pero esto no significa que todos los seres humanos pueden disponer de él. Las cantidades son abrumadoras: 8500 niños mueren diariamente por las consecuencias del hambre agudo. Estimaciones de la Organización Mundial de la Salud incluso afirman que cada 5 segundos muere un niño a consecuencia del hambre. Entonces la petición "El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy" de pronto adquiere una importancia fundamental. Por miles de millones cada día queda sin cumplirse. La mayoría ora este ruego con el estómago que le hace ruido. Para ellos el pan es un medio para SOBREVIVIR.

Pobreza y hambre: circuito del horror

¿La raíz de todo mal? NAK-karitativ escribe que el desarrollo rural cumple un papel central en la lucha contra el hambre y la malnutrición. Las personas que viven en las zonas rurales de los países en vías de desarrollo son especialmente pobres. Dependen de la agricultura de subsistencia: de una a tres hectáreas de tierra producen exactamente lo que necesita una familia para sobrevivir. Los excedentes de la producción son vendidos por las mujeres y las niñas en los mercados locales o en los bordes de las carreteras. Una tormenta de más y ya la familia cae aún más en la miseria. Nadie en esos lugares puede darse el lujo de perder una cosecha.

Las condiciones de pobreza conducen a la malnutrición y la desnutrición, esto hace mucho que fue investigado por la ciencia. Para los niños tiene graves consecuencias. Les faltan los minerales y las vitaminas tan necesarios para el crecimiento y la salud. Lamentablemente la pobreza y el hambre tienen consecuencias en la educación dle hombre: cientos de miles de niños cada día se sientan en el banco escolar con el estómago vacío. Pero un estómago vacío impide concentrarse. Los niños crecen sin saber leer, hacer cuentas ni escribir. Al igual que sus padres se alimentan mediante la agricultura de subsistencia y así, por su parte, criarán a sus propios hijos: un circuito de pobreza en el que con frecuencia queda atrapada generación tras generación.

Este es uno de los motivos por el que, por ejemplo, NAK-karitativ se focaliza ante todo en los países al sur del Sahara en cuanto a su desarrollo agrícola. Las personas necesitan comenzar una vida determinada por ellos mismos. Forma parte de ello no sólo el paquete de alimentos, sino también la "ayuda para la autoayuda" y los proyectos de formación que contribuyen a romper con el circuito de la pobreza.

Olvidar por descuido

Hubo tiempos en los que llovía maná del cielo. Hoy podría llover maná y las personas lo arrojarían a la basura. Sin embargo, sólo lo harían los países de la tierra donde es posible satisfacer el hambre. No se puede creer cuántos panes se tiran cada día descuidadamente para darle el calor necesario a la planta incineradora a fin de eliminar los verdaderos residuos. "Mi amigo es aquel con quien comparto mi pan", dice un viejo proverbio. A veces sólo se necesita una rebanada de él para ser feliz.

Datos duros

  • 8500 niños mueren cada día en las consecuencias del hambre.
  • En los países al sur del Sahara pasa hambre una de cada cuatro personas.
  • En todo el mundo, una de cada ocho personas tiene que irse a dormir con hambre.
  • El hambre es el riesgo para la salud más grande del mundo. Cada año mueren más personas por hambre que por SIDA, malaria y tuberculosis juntos.
  • 98 por ciento de las personas con hambre viven en países en desarrollo.

Fuente: NAK-karitativ


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Peter Johanning
16.10.2018
compromiso social, vida en la comunidad