Cómo la consolación de Dios impulsa a hacer buenas obras

¿La Iglesia nos hace desdichados solo para podernos consolar? Un reproche tonto, opina el Apóstol Mayor, pues la vida ofrece suficiente sufrimiento. No obstante, la fe brinda consolación y además da las fuerzas para hacer lo bueno y correcto.

Fue un Servicio Divino de consolación distinto, el que tuvo lugar el 21 de octubre de 2018 en Varsovia (Polonia). Sirvió de base 2 Tesalonicenses 2:16-17: "Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra".

Dónde obra la consolación de Dios

"Estos son por ahora cinco motivos por los que necesitamos ser consolados", explicó el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider:

  • "¿Cuántas personas sufren por enfermedades, padecen dolores, están de duelo, se sienten incomprendidas, menospreciadas y abandonadas?".
  • "Defraudamos a las personas cuando prometemos algo y no lo podemos cumplir. Tenemos las mejores intenciones pero igual lastimamos una y otra vez justamente a aquellos que amamos".
  • "Cuando nos enteramos lo que tiene que pasar nuestro prójimo, nos sentimos conmovidos. Sufrimos cuando vemos sufrir a otras personas ".
  • "El que no es totalmente egocéntrico se preocupa por: ¿Qué será de nuestros niños? ¿Qué será de la Iglesia, de nuestra comunidad? ¿Cómo será el futuro de la humanidad? ¿Qué pasará con la creación?".
  • "Anhelamos estar eternamente con Dios, bien cerca de Él, tener comunión con Él". Pero, "todavía estamos aquí".

Cómo obra la consolación de Dios

"Entonces ya entendemos mejor lo que Pablo dice aquí: Dios quiere consolar y confirmar", dijo el dirigente de la Iglesia. "¿Y cómo lo hace Dios? Nos brinda consolación a través del Espíritu Santo".

  • "El Espíritu Santo nos permite reconocer la presencia de Dios y experimentarla". Concretamente: "En el Servicio Divino. Oímos la palabra. Celebramos la Santa Cena". Y, "esa ha sido ahora una pequeña intervención de Dios en la vida cotidiana".
  • "Dios nos brinda gracia y perdón. Nos dice: 'Tu error, tu pecado no alteró mi amor a ti. Yo borro tu culpa'".
  • "Él nos da aliento y esperanza para el día del Señor: 'El camino en el que te he colocado, conduce hacia mí. Quédate en este camino'".
  • "Él nos asegura que ama al projimo y también lo ayuda: 'Aunque no puedas verlo, aunque el prójimo no pueda verlo, yo me estoy ocupando de su salvación'".
  • "El Espíritu Santo nos dice que Dios concretamente intervendrá en la historia de la humanidad" y lo hará con el retorno de Cristo, con el reino de paz, con la nueva creación.

Qué obra la consolación de Dios

"A partir de esta consolación, a partir de esto bueno, ahora debes hacer algo", enfatizó el Apóstol Mayor: "Debes hacer buenas obras".

  • "La primera buena obra que Dios espera de nosotros es que sigamos creyendo. Esto es lo más importante. Simplemente creer porque confiamos en Dios. Sin fe nadie puede entrar en el reino de Dios".
  • "La segunda buena obra es que sigamos luchando contra el mal. Reacciona al mal con el bien. Esta es la buena obra de la fe".
  • "Es tarea de la Iglesia preparar al alma para el retorno de Jesucristo. Nosotros debemos apoyar a los Apóstoles en su tarea. La buena obra consiste en que nos involucremos en la comunidad".
  • "Debemos hacer el bien a todos los hombres, pero debemos comenzar con ello dentro de la comunidad. Esto es obrar bien: salir de la zona de confort y compartir realmente el sufrimiento del prójimo".
  • "Somos conscientes de nuestra responsabilidad frente a la sociedad actual y frente a las generaciones que vienen después de nosotros".

"Tenemos esta promesa divina", fue la conclusión del Apóstol Mayor Schneider: "El que se esfuerza hasta el fin en hacer el bien en el sentir de Dios, alcanzará el bien más grande: la eterna comunión con Dios".

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Andreas Rother
28.11.2018
Polonia, apóstol mayor, servicio Divino