¡Dios no duerme!

Alzar los ojos al Señor. Este es el medio a elegir cuando se trata de la salvación y la redención del alma. Aunque no pone fin al sufrimiento terrenal, da lugar a la salvación eterna, confirmó el Apóstol Mayor.

¡Por fin pudo viajar a Argentina! El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider había hecho varios intentos de visitar las comunidades en el país sudamericano. Desgraciadamente, una y otra vez fracasaron debido a la pandemia de coronavirus que se prolongó. Pero el domingo 7 de noviembre de 2021 pudo oficiar un Servicio Divino. En Buenos Aires el texto de la prédica fue: “Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra” (Salmos 121:1-2).

Mirar hacia lo alto es lo que se necesita cuando se trata del Señor, dijo de forma inequívoca el director de la Iglesia. En el pasado, en el Antiguo Testamento, fueron los montes altos los que se veneraban como el lugar donde moraba Dios y donde los seres humanos podían encontrarse con Él. “Abraham fue a un monte para ofrecer a su hijo en sacrificio. Moisés para recibir allí las tablas de la ley. El templo de Jerusalén estaba construido sobre una colina”.

El socorro viene de lo alto

La pregunta de dónde viene el socorro también se la hacen muchos hoy en día, señaló el Apóstol Mayor. “Ya no saben cómo afrontar la situación, no ven solución a sus problemas y no tienen a nadie que les ayude”.

Y luego el giro: “Lo creemos y lo proclamamos: Dios puede y quiere ayudar a todos los seres humanos. Él es el Todopoderoso para quien nada es imposible. Jesucristo venció el mal y la muerte. Ya no son un obstáculo para la salvación. Dios no duerme. Él percibe el destino de cada ser humano, participa en su sufrimiento y se asegura de que pueda alcanzar la salvación”. Su salvación no consiste simplemente en poner fin al sufrimiento del hombre o en compensar la adversidad sufrida. “Su objetivo es conducirlo a su gloria, a la comunión eterna con Él”.

Los ojos abiertos

Para acceder a la salvación, el ser humano debe “alzar sus ojos” a Dios. Estas personas temen a Dios y saben que depende completamente de la gracia de Dios. El Apóstol Mayor enumeró algunos ejemplos de la Biblia: Job, que se humilló bajo la voluntad de Dios y se salvó. O el alzar los ojos a una serpiente de bronce que Moisés tuvo que hacer especialmente para salvar al pueblo. “La ayuda de Dios no fue para librar al pueblo de las serpientes, sino para sanar a los que confiaban en su palabra. Jesús explicó que esta serpiente de bronce señalaba su sacrificio en la cruz”. El Apóstol Mayor concluyó de ello que desde la caída en el pecado, el mal había desatado su dominio sobre los seres humanos, haciéndolos sufrir. Dios no interviene para cambiar el mundo. “Nos llama a alzar los ojos hacia Jesucristo. Los que creen en Cristo pueden liberarse del mal y acceder a la vida eterna”.

Otro ejemplo de las Escrituras: El Diácono Esteban alzó sus ojos al cielo cuando fue encarcelado por predicar el Evangelio y llevado ante el concilio. Vio la gloria de Dios y eso le dio la fuerza para permanecer fiel a Cristo hasta la muerte y perdonar incluso a los que arremetieron contra él. “Cuando pasemos por una tribulación, no centremos nuestra atención en nuestra tribulación y en los que la causaron. Sigamos los impulsos del Espíritu Santo y alcemos nuestros ojos a Dios”. Entonces, que el Espíritu Santo abra nuestros ojos a la gloria de Dios, a la presencia de Dios y a la promesa de Dios.

Fin de semana en Buenos Aires

El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider pasó un largo fin de semana en Buenos Aires. El viernes 5 de noviembre de 2021, estaba en la agenda una reunión con representantes de la CEICA (Comisión Ecuménica de las Iglesias Cristianas en Argentina). La Iglesia Nueva Apostólica es miembro pleno en la CEICA desde 2018. Posteriormente, el director de la Iglesia concedió una entrevista a un grupo de jóvenes. El sábado por la mañana el Apóstol Mayor presidió una reunión de todos los Apóstoles y Obispos activos en el área del Apóstol de Distrito Enrique Minio. A pesar de las máscaras, la alegría del reencuentro se podía leer en todos los rostros, dijo feliz el dirigente de la Iglesia.

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Peter Johanning
24.11.2021
Argentina, apóstol mayor, servicio Divino