Creer, amar, mantener la concentración

¿Cuál es exactamente el encargo de los Apóstoles? No solo la asamblea de Apóstoles de Distrito se ocupó de esto. El Apóstol Mayor celebró un Servicio Divino completo sobre este tema. La respuesta incluye el encargo primordial a todos los creyentes.

En presencia de todos los Apóstoles de Distrito y Ayudantes Apóstol de Distrito que pudieron asistir a la asamblea de Apóstoles de Distrito internacional, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider celebró un Servicio Divino en San Gall (Suiza). La base de su prédica fue el pasaje bíblico de 2 Corintios 11:2: “Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo”.

En este texto bíblico, Pablo describe su encargo como Apóstol. Él y los demás Apóstoles debían preparar a la novia de Cristo. “Retoma la imagen que aparece a menudo en la Biblia: la imagen de la novia y el novio, de la esposa y el esposo”, explicó el Apóstol Mayor. Caracteriza “la relación entre Dios y el ser humano”. En el Nuevo Testamento está claro: “El esposo es Jesucristo. Jesucristo se presenta, dice de sí mismo: Yo soy el esposo”.

Deberes de los creyentes

Los creyentes que quieren formar parte de la comunidad nupcial se hacen la pregunta: “¿Qué tenemos que hacer para pertenecer a ella?”. El máximo dirigente de la Iglesia enumeró una serie de condiciones:

  • Creer en Jesucristo: “Hemos sido elegidos por Dios para pertenecer a esta novia. Por supuesto, tenemos que creerlo”. Y “tenemos que responder al llamado y señalizar: lo entiendo, soy un elegido, he oído el llamado, entonces vengo”.
  • Amar a Jesús: “Hay que amar a Jesucristo. Hay una relación de amor entre la novia y el novio. No se trata de cálculos, no se trata de interés, se trata de amar. Para aquel que pertenece a la novia, su relación con el Señor se basa en el amor”.
  • Estar orientado a Cristo: “La novia dice: ¡ven! Espera y se prepara para la unión con su novio”.
  • Ser pura y fiel: “Una virgen pura está ansiosa y pide: Amado Dios, necesito absolutamente la gracia para alcanzar la meta gloriosa. Necesito el perdón de los pecados. Preguntémonos una y otra vez: ¿qué es lo que sigue fallando en mí, a qué tengo que renunciar todavía?”.
  • Llegar a ser semejante a Jesucristo: “Nos preparamos para la unión completa con el esposo”, explicó el Apóstol Mayor. Pues “tomará consigo a los que sean semejantes a Él, de los que podrá decir: Esta es la naturaleza de mi naturaleza, esta es la vida de mi vida, este es mi ser”.

Deberes de los Apóstoles

Por último, el director de la Iglesia definió los deberes del apostolado:

  • “Deben contribuir a la preparación de la novia y proclamar: Jesucristo te ama, te llama, viene pronto a llevarte”.
  • “Los Apóstoles son enviados a bautizar con agua y Espíritu. Este pacto es el desposorio (o compromiso). El Apóstol tiene la autoridad de administrar los Sacramentos y, para seguir con esta imagen, de ‘desposar’, es decir, concertar el pacto”.
  • “El Apóstol debe asegurarse de que la novia permanezca pura. Por lo tanto, la tarea del Apóstol es explicar una y otra vez: Esta es la voluntad de Dios o esta no es la voluntad de Dios”.
  • “El Apóstol también debe promover el amor a Dios. Después de todo, la novia es la que ama al Señor”. La medida del amor a Jesucristo es el amor de los hermanos en la fe entre sí.
  • El encargo final: “Deben preparar la boda. Lo hacen cuando celebran la Santa Cena con la comunidad”. Entonces, animan a los creyentes a crecer en la naturaleza de Cristo. Y: “mantienen viva la esperanza en el retorno de Cristo".

Al final, el Apóstol Mayor se dirigió directamente a los hermanos en la fe: “El Señor te ama y te llama: ¿quieres venir? Entonces preparémonos juntos”.

Información del artículo

Autor:
Fecha:
Palabras claves:

Katrin Löwen
07.12.2021
Suiza, apóstol mayor, servicio Divino