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Aprender a hablar de las obras de Dios

noviembre 18, 2015

Author: Andreas Rother

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«¿Quién es mejor nuevoapostólico?». Fue una pregunta provocativa la que formuló el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider en su última visita a Uruguay. El Servicio Divino básicamente se refirió a la vida y la muerte.

«No moriré, sino que viviré, y contaré las obras de Jehová». Este texto bíblico de Salmos 118:17 sirvió como base para la prédica el sábado 24 de octubre de 2015 en Montevideo. Más de 5.500 visitantes habían venido al Palacio Contador Gastón Güelfi.

Salvados por la intervención de Jesús

«Aquí no gira entorno a la vida terrenal, sino que se trata de la vida eterna», explicó el Apóstol Mayor. «Muerte eterna significa separación de Dios». En este sentido, todos los seres humanos por ser pecadores están condenados a la muerte. «Entonces vino Jesucristo y nos redimió por su sacrificio».

En seguida hizo una comparación con la adúltera que debía ser apedreada (Juan 8:3-11): «Entonces vino Jesús e intercedió por ella, y eso la salvó». Y lo mismo también es válido hoy: «Por la gracia de Jesucristo podemos vivir».

En las pruebas y las frustraciones nunca solos

Pero esto no significa que no tengamos que pasar por pruebas, dijo el Apóstol Mayor haciendo mención a los tres varones que habían sido condenados a morir en el horno de fuego (Daniel 3:1-30). Dios les ayudó a soportar las brasas sin sufrir daño alguno. «Nos ha sido dada esta maravillosa promesa, que los que le quedan fieles no morirán».

«Queremos vivir conforme al Evangelio de Jesús, pero no siempre lo logramos», se refirió a Pedro cuando se estaba hundiendo en el lago de Genezaret (Mateo 14:22-32): «Él quería hacer exactamente lo que el Señor le había encomendado, pero no lo logró». Pero Pedro gritó por ayuda y Jesús lo salvó. «No tenemos que morir por ser débiles, cuando imploramos humildemente por gracia».

Aprender a hablar de las obras de Dios

«Nuestra misión consiste en comunicar a los demás las obras del Señor», dijo el Apóstol Mayor Schneider. «Pero debemos aprender a hacerlo» y mencionó una serie de ejemplos para la pregunta: «¿Hablamos realmente sobre las obras de Dios?».

  • Cuando Moisés y Elías vinieron a Jesús en el Monte de la Transfiguración, ambos grandes varones de Dios no hablaron sobre sus actos, sino sobre lo que obraría Jesucristo. «Hablemos sobre las obras de Dios, no sobre nuestras propias obras».
  • Cuando la comunidad de Jerusalén fue perseguida, los primeros cristianos no difundieron la noticia de su propio padecimiento, sino que anunciaron el alegre mensaje de Jesús. «Comuniquemos a todos que Dios ha hecho grandes cosas en nosotros».
  • La Biblia no informa casi nada del delito cometido por el malhechor que fue crucificado, sino que habla ante todo de la gracia que Cristo le ofreció. «Hablemos más de la gracia de Jesús y no tanto de los pecados de nuestros semejantes».
  • La comunidad de Corinto estaba dividida porque los creyentes invocaban a diferentes personalidades y tradiciones. Pero Pablo la exhortó a hablar una misma lengua y a glorificar al Señor.

¿Quién es mejor nuevoapostólico?

«Esto también es válido para nuestra Iglesia», desarrolló el Apóstol Mayor el último ejemplo. Ciertamente existen diferentes orientaciones según el lema: «Esta es nuestra tradición, así somos nuevoapostólicos aquí» y por cierto hay debates sobre la pregunta: ¿Quién es mejor nuevoapostólico?».

«La preparación de la novia no es una cuestión de tradición o de cultura. Aquí no gira entorno a qué cantos entonamos, cómo nos vestimos y en qué forma nuestra fe nuevoapostólica influye en nuestra vida cotidiana», dejó claro el director de la Iglesia. «Es una cuestión de fe, de amor y de esperanza».

«Concentrémonos en las obras de Dios», dijo el Apóstol Mayor Schneider para terminar: «Anunciemos las obras de Dios, lo que Él hace, no lo que nosotros hacemos. Hablemos de su gracia y su amor».

noviembre 18, 2015

Author: Andreas Rother

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