Tomarse tiempo para conversar sobre la fe
Los padres se ocupan del bienestar material de sus hijos, promueven sus talentos y los apoyan en su crecimiento hacia la adultez. Los padres también son responsables de su desarrollo espiritual. «Tomaos más tiempo para ello», es la apelación del Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider a los padres.
La responsabilidad de la educación religiosa les corresponde en primer lugar a los padres, dijo el máximo dirigente de la Iglesia en el Servicio Divino en Hanóver/Alemania. Los padres son quienes sirven de ejemplo a los niños: en la oración, en la confianza en Dios, en la fe en el sacrificio de Jesús y su resurrección. Y esto es importante en un tiempo en el que vivir sin Dios parece demasiado normal y una vida cristiana es igual al proverbial nadar contra la corriente.
No delegar la responsabilidad a los maestros
Rápidamente se puede plantear la pregunta de a quién le corresponde ser un ejemplo y enseñar. «A veces tengo la impresión de que los padres simplemente dejan todo en manos de los maestros: ‘Que ellos les muestren la fe a los niños. Que ellos les expliquen quién es Dios. Y si los niños no lo captan, entonces es un error de los maestros», constata el Apóstol Mayor Schneider. «Esto ahora es un poco exagerado; pero vosotros me entendéis. No dejéis solos a nuestros siervos, a nuestros maestros, a nuestros hermanos y hermanas que se han puesto al servicio del Señor. También aquí se puede ayudar a que la carga sea más liviana, orar por ellos, trabajar con ellos, colaborar», expresó el Director de la Iglesia.
Una hora de escuela dominical no define a la educación religiosa.
Esto deja claro que todo depende de una buena intercomunicación entre padres y maestros. De ninguna manera se debe desarrollar una sociedad paralela: una educación libre de religión en la vida cotidiana y un sumergirse 60 minutos los domingos en «mundos religiosos» que se sienten ajenos. Esto, finalmente, sólo puede llevar a confusión, tanto en los jóvenes como en los mayores. Todo depende del ejemplo cotidiano, de ser cristianos fuera de la Iglesia.
En una época secularizada, como la viven hoy muchas personas, una fe vivida, así como el conocimiento profundo de los contenidos de la fe, en especial para niños y jóvenes, significa orientación y seguridad. Esto se lo transmiten los padres y abuelos, como también los siervos y maestros en la misma medida.
La clases en la Iglesia brindan iniciativas
¿Y la Iglesia ya no tiene nada que ver con la educación religiosa? – ¡Sí! Aunque la responsabilidad por el desarrollo espiritual es de los padres, sigue siendo la misión general de la Iglesia, «preparar a los creyentes para el retorno de Jesucristo» (Catecismo INA 6.5); y esto, obviamente, también incluye a los niños. Por eso, los ofrecimientos de enseñanza por parte de la Iglesia, como la preescuela dominical, la escuela dominical, las clases de religión y de Confirmación, según las posibilidades regionales, constituyen una parte de la educación religiosa de los niños.
En diferentes Iglesias regionales, además, se producen desde hace algunos años publicaciones destinadas a los padres, a los maestros y a los siervos, que transmiten indicaciones y consejos a los hermanos en la fe que se ocupan de la educación. Tratan temas como «Los niños y los medios», «Elogios y castigos en la educación», pero también temas más cercanos a la Iglesia como «Los niños y el Servicio Divino» o «Educación para la fe».
Tomarse tiempo para conversar con los niños
La revista ‘Unsere Familie’, que se publica cada dos semanas, producirá para el próximo giro del año una puente hacia la revista ‘Wir Kinder’ (Mi Mundo). Cuatro nuevas páginas cada dos revistas tomarán los temas de la revista para niños publicada al mismo tiempo y ofrecerán conocimientos de fondo sobre la historia bíblica y un aporte pedagógico. Estas informaciones de trasfondo e informaciones adicionales ofrecerán a padres y abuelos contenidos básicos para poder conversar con los niños sobre la fe; lo mismo es válido para las páginas especiales para los niños que aparecen en la multilingüe revista community.
«A tomarse más tiempo para ello», ruega el máximo dirigente espiritual de la Iglesia Nueva Apostólica.
Pero a veces también es necesario contenerse: «No les impongáis reglas inútiles; conformaos con transmitirles el Evangelio y el amor de Jesús. Que la juventud y los niños puedan descubrir y reconocer ellos mismos a Jesucristo», dice el Apóstol Mayor Schneider.
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