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Amor, consuelo y nueva vida: obras del Creador

noviembre 3, 2016

Author: Andreas Rother

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Un mensaje antiquísimo que sigue siendo sumamente actual. Un texto bíblico que resuena a menudo en el texto de los cantos. Y una oración que hace mucho recibió respuesta: el «corazón limpio» y el «espíritu recto» de los Salmos fueron iluminados en un Servicio Divino del Apóstol Mayor.

Alrededor de 25.000 participantes pudieron vivir –en el mismo lugar o por transmisión– el Servicio Divino del 18 de septiembre de 2016 en Mönchengladbach (Alemania). La prédica giró en torno al texto bíblico de Salmos 51:12: «Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí».

El Creador

«¿Por qué debemos orarlo todavía hoy?», decía la pregunta: «En realidad, Dios ya atendió esta oración». Como respuesta el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider primero sólo dio una indicación: con las palabras «Crea en mí, oh Dios», el salmo anuncia la salvación que brinda el Creador. Entonces, «miremos una vez lo creado por Dios».

No sólo «que Jesucristo trajo el Evangelio, que dio su vida y ofreció el sacrificio». Dios también se ocupó de que este mensaje y el Bautismo para ser limpiados del pecado original fuesen transmitidos por milenios «a pesar de todas las guerras, todas las injusticias y todas las deficiencias humanas».

El corazón

«Dios regaló un corazón nuevo», dijo el Apóstol Mayor. En el Antiguo Testamento había que cumplir la ley. Con Jesucristo «el corazón de piedra –la ley en las tablas de piedra– fue reemplazada por la motivación del amor«. Dios «no castiga, Él ama a los hombres y les permite experimentarlo una y otra vez».

«Dios creó la posibilidad de que nuestro corazón fuese limpiado por completo de los pecados cotidianos. Tenemos la gracia, la chance, podríamos decir, de empezar de nuevo, como si nada hubiese sucedido». Forma parte de ello, por un lado, la Absolución y, por el otro, el anuncio de su voluntad: «Dios se ocupó de que pudiésemos oír su palabra y nos pudiésemos atener a ella».

El Espíritu

«Dios envió al Espíritu Santo y este está siempre, desde el primer Pentecostés, siempre trabajando sobre la tierra. Él no dejó la tierra, tampoco a los hombres», destacó el Director de la Iglesia. «El Espíritu Santo está constantemente con nosotros, siempre tiene un consejo, un consuelo para dar y señala hacia Jesucristo».

«Y renueva un espíritu recto» es una indicación no sólo al envío, sino también al don del Espíritu Santo: «Este es un acto creador del Creador, Él nos ha dado una vida nueva. En nuestro Santo Sellamiento hemos recibido esta nueva vida. Es un Espíritu de fortaleza que nos da una y otra vez la fuerza para vencer a la vieja criatura».

La respuesta

«¿Vemos? Así es como crea Dios. Así atendió esta oración de los creyentes de aquella época», explicó el Apóstol Mayor. «¿Por qué la tenemos que seguir orando todavía hoy?». Su respuesta: «Porque con ello podemos expresar tantas cosas».

Por un lado, «agradezcamos a Dios por lo creado que produce salvación». Y por el otro, «expresamos con ello nuestro anhelo». Entonces, la oración será: «Señor, concédeme tu gracia, límpiame, dame tu palabra y tu perdón y ayúdame: quiero llegar a ser una nueva criatura en Cristo. Ayúdame, sin ti no va».

noviembre 3, 2016

Author: Andreas Rother

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