El cambio en la cúspide de la nueva Iglesia regional Alemania del Oeste finalmente tuvo su culminación cuando en una recepción festiva ofrecida a representantes de las Iglesias y la política el nuevo Apóstol de Distrito presentó sus objetivos para el futuro.
Desde el 1º de enero de 2018 las anteriores Iglesias regionales Renania del Norte-Westfalia y Hesse/Renania/Sarre conforman una unidad. El 25 de febrero de 2018 el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider colocó en descanso por haber alcanzado el límite de edad al Apóstol de Distrito Bernd Koberstein de Hesse y transfirió su área de actividad al Apóstol de Distrito Rainer Storck de Renania del Norte-Westfalia.
Esa fue la razón por la que la Iglesia Nueva Apostólica el 5 de marzo de 2018 había invitado para una recepción en la comunidad de Fráncfort Norte. Aceptaron la invitación unas 50 personas, entre las cuales había representantes de la Iglesia Evangélica, la Iglesia Católica, los Ministerios nacionales y la política comunal. Fue moderador del programa el vocero de la Iglesia y Obispo Peter Johanning.
Tres objetivos para el futuro
«Fusionarse, crecer juntas», esta divisa tomada de los preparativos para la fusión fue el punto central de la alocución del Apóstol de Distrito Storck. En su nueva responsabilidad procura seguir persiguiendo las mismas las máximas.
- Fortalecer a las comunidades locales: Esto significa acentuar la responsabilidad personal, promover las iniciativas propias y darle a las comunidades un marco en el que se puedan mover.
- Prestar atención a los recursos financieros: El equipamiento todavía es bastante bueno. Sin embargo, también hay que pensar en las próximas generaciones. Además, hay que buscar un equilibrio entre las áreas en Alemania y las regiones atendidas desde allí en más de 40 países que sólo se pueden autofinanciar del 0,5 al 40 por ciento.
- Ofrecer el Evangelio activamente: La doctrina de Jesús también es un sistema de valores que hace posible que los seres humanos tengan una buena convivencia. Transmitir esto no es asunto de una única confesión, sino que es una tarea de toda la Iglesia de Cristo.
Gran reconocimiento para el desarrollo
«Recibíos los unos a los otros», este llamado de Romanos 15:7 fue la base de las palabras que dirigió a los presentes la directora del Consejo Principal de las Iglesias Bárbara Rudolph. Aprender los unos de los otros y contraer compromisos, de eso se tratan los procesos como los de una fusión. Vio a todas las Iglesias frente a desafíos similares en cuanto a la organización. Aceptarse mutuamente en las diferencias, es el pensamiento central del ecumenismo. Aquí la directora Rudolph elogió expresamente los desarrollos alcanzados en la Iglesia Nueva Apostólica, no sólo en el nivel de sus directivos, sino también en el de las comunidades. Y en el nivel humano, esto significa reconocer en el forastero al rostro de Dios.
«Estar hoy aquí así juntos, es un regalo de Dios», describió el Obispo vicario Dr. Thomas Löhr de la diócesis católica Limburg el nuevo trato entre las confesiones. Informó sobre las últimas conversaciones con los representantes nuevoapostólicos en la comisión ecuménica de la Conferencia Episcopal Alemana. También se mostró contento por el hecho de que la Iglesia Nueva Apostólica se había abierto claramente al diálogo interconfesional. Para el futuro su deseo fue que se hagan posibles los Servicios Divinos y los actos de bendición conjuntos.
El presente necesita más «nosotros»
Qué importantes son las Iglesias en la sociedad actual, lo puso en claro Uwe Becker, intendente de la ciudad de Fráncfort. En una época en la que muchas personas se retraen al «yo», en la que los egoísmos y los nacionalismos son cada vez más poderosos, es importante fortalecer el «nosotros». En este contexto señaló que en la ciudad conviven más de 170 naciones y 160 congregaciones religiosas. «Las verdaderas torres de Fráncfort no son los bancos, sino aquellas que indican el camino hacia el encuentro con Dios».
Al comienzo de la recepción, el Apóstol de Distrito Koberstein había echado una mirada retrospectiva a su época ministerial deseándole a su sucesor recibir la misma medida de cordialidad y amor de los hermanos y hermanas en la fe que él mismo había podido experimentar. Al final del evento varios miembros de la comunidad Fráncfort Norte expresaron una oración de intercesión, entre ellos también estaba el anterior Apóstol de Distrito Hagen Wend. «Oramos para que las comunidades miren hacia Jesucristo llenas de seguridad y esperanza», dijo. «Y que su mirada se dirija a lo cristiano que tienen en común en cada pueblo y en cada ciudad y lo sepan valorar».