¿Lo «políticamente correcto»? Tampoco es lo indicado en todas las situaciones, opina el Apóstol de Distrito Andrew H. Andersen (Australia). Asegura que hay que ser más conscientes en la fe.
Los lemas del Apóstol Mayor de los últimos años siempre tuvieron una importancia especial para los hijos de Dios de todo el mundo.
El de este año, «Fieles a Cristo», no es una excepción. Toca el núcleo de nuestra vida y cómo la vivimos. Nos alienta y nos impulsa a ser fieles a Cristo, pues esto redunda en nuestra bendición. Ser fieles a Cristo es lo mejor que podemos hacer con las chances que nos ofrece la filiación divina. Cada uno debe reconocer que la responsabilidad personal es una realidad que no se puede ignorar ni pasar por alto. Por más que se proceda en forma «políticamente correcta», es una realidad que no puede cambiar. La tendencia de hoy de pedir disculpas por determinados temas, acciones o incluso convicciones que se contradicen con la doctrina de Cristo, no cambia en nada el hecho de que el único camino seguro que conduce a la meta, a la vida eterna, es ser fieles a Cristo.
No deberíamos avergonzarnos como hijos de Dios, sino estar más seguros de nosotros mismos en lo que concierne a la fidelidad a Cristo. Él nos enseñó a ver claramente y no renunciar a nuestra fe, tampoco de forma pasajera, quizás para pasar por una determinada situación y poderla soportar mejor. Jesús jamás huyó de un desafío, por más desagradable o amenazante que fuese. Es necesario ser fieles a Cristo, también de Él se lo esperaba, bajo todas las circunstancias y situaciones. La fidelidad no puede equipararse con comodidad o seguridad. Ser fiel es ser fiel, sin limitaciones.
Cuando Pedro y Juan le hablaron al pueblo en el nombre de Jesús, intervino el concilio. Pero Pedro defendió su prédica con insistencia (Hechos 4:20).
Un conocido dicho expresa: «Haz lo que predicas». Esto significa tanto como que uno mismo debe hacer lo que le «predica» a otros. Pero me parece aún mejor que vivamos nuestra fe siendo conscientes de nosotros mismos, que estemos con la conciencia tranquila y que nuestras obras constituyan una prédica para los demás. En nuestro largo camino de la vida seamos fieles a Cristo y afirmémonos en lo que respecta a la fe en el círculo de nuestra familia, de nuestros amigos y vecinos. Nuestra determinación de mantener viva nuestra fe debe manifestarse a otros.
Mis amados hermanos y hermanas, seamos y quedemos fieles a Cristo.
Foto: NAC Australia