El 29º viaje que emprende el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider este año al extranjero es el próximo fin de semana al norte de Europa Oriental. En Lituania y Letonia lo esperan 3500 hermanos y hermanas en la fe.
No son muchos los que esperan al máximo dirigente de la Iglesia en los países de Lituania, de impronta ante todo católica romana, y Letonia, donde la mayoría de las personas son laicas. Con 3466 miembros cuenta la Iglesia Nueva Apostólica en ambos países bálticos. Concurren a 31 comunidades y son atendidos espiritualmente por 43 portadores de ministerio.
Desde hace más de diez meses las comunidades esperan enfervorizadas la visita del siervo más elevado. «La expectativa es grande y sigue creciendo», explica el Apóstol Walter Schorr (INA Alemania del Oeste). Desde hace muchos años es el responsable de las comunidades en Lituania y Letonia. Lo apoya localmente el Obispo Artūras Strelciunas.
Dos días, dos Servicios Divinos
El sábado 18 de agosto, el Apóstol Schneider celebrará junto con los siervos de Letonia y Lituania y sus esposas un Servicio Divino a las 12 horas en Šiauliai (Lituania). Al día siguiente por la mañana, están invitadas las comunidades de Letonia y Lituania al Servicio Divino. A las 11 horas tendrá lugar ese Servicio Divino en la capital Riga (Letonia). La conformación musical estará a cargo del coro de proyectos de Lituania.
Es la primera visita del Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider a Lituania y Letonia. Antes habían viajado al Báltico el Apóstol Mayor Wilhelm Leber (2006) y el Apóstol Mayor Richard Fehr (1991).
Primera comunidad en Lituania hace 116 años
La primera comunidad de la Iglesia Nueva Apostólica en el Báltico fue fundada en 1902 en Šilutė (Heydekrug). En 1910 le siguieron comunidades en Klaipėda y 1914 Kybartai. Ya pocos años después, el 21 de febrero de 1925, la Iglesia Nueva Apostólica fue reconocida y registrada oficialmente en Lituania.
¿Y qué destaca a las comunidades en el siglo XXI? «Una pronunciada bondad y la disposición para ayudar que tienen los hermanos y hermanas en las comunidades. Y en los ‘activos’ puede reconocerse una gran disposición al sacrificio», informa Apóstol Schorr muy agradecido.
Influencia de muchos países
Los casi 3 millones de habitantes de Lituania y los alrededor de 2 millones de habitantes de Letonia poseen una historia movida y de miles de años: religión oficial no cristiana, historia en común con el país vecino de Polonia, intensivas relaciones con la Liga Hanseática alemana y la región báltica y finalmente la pertenencia al imperio ruso. «Esto explica las múltiples influencias culturales. En el oeste del país prima la tradición hanséatica y noreuropea con fuertes influencias germanas, danesas y suecas, por ejemplo (gótico de ladrillos, casas con entramado de madera). En el este, principalmente en Vilnius, hay presentes múltiples elementos culturales polacos», informa la enciclopedia online Wikipedia.
Impulsos para la fe
Encontrarse una vez personalmente con el Apóstol Mayor, darle la mano o mirarlo a los ojos, son deseos de los hermanos y hermanas en la fe del Báltico. ¿Y qué espera el Apóstol? «¡Impulsos para la fe por la actividad y el poder el Espíritu Santo para todos los hermanos y también para mí!», resume Walter Schorr.
El país del «Varón de dolores»
En Lituania uno muchas veces puede encontrarse con la escultura del «Varón de dolores», en lituano llamado Rūpintojėlis. Traducido significa tanto como «el que se preocupa». Con esta escultura se muestra a Jesucristo en posición sentada, concentrada, reflexiva. Este ícono devocional, que «representa a Jesucristo padeciendo con todas las heridas de la crucifixión y la herida al costado, pero viviendo y no en la cruz» (Wikipedia), es una imagen que dice mucho: Jesucristo murió, pero también resucitó. Jesucristo vivió sobre la tierra hace 2000 años, pero se preocupa también hoy por el hombre. Cristo, el viviente, el que se preocupa por todos, esto celebran los cristianos en los Servicios Divinos. También el próximo fin de semana en el Báltico.
Foto: Albrecht Dürer/wikidata.org/wiki/Q48447927