Color del sitio web:

apostles.today seasons.today

África Sudoriental después del ciclón: «Todavía muy lejos de ser normal»

marzo 26, 2019

Autor: Andreas Rother

Imprimir
Escúchalo

Primero Malawi, después Mozambique y finalmente Zimbabwe. El ciclón «Idai» dejó atrás un trazado de necesidad y desolación. El grupo de las organizaciones caritativas incluye a las obras nuevoapostólicas.

Comenzó el 14 de marzo, un jueves. Lo informa el Pastor Fred Mbunda de Beira, la ciudad costera de Mozambique donde el ciclón tocó tierra. Cerca de las 21 horas las ráfagas de viento hicieron volar los primeros techos. Después siguieron horas de calma. «Pensamos que había pasado», pero a las 2 de la madrugada se volvió a desatar «con consecuencias devastadoras».

Cientos de miles de víctimas

El ciclón devastó todo el territorio con vientos de hasta 200 kilómetros por hora. Las condiciones meteorológicas estuvieron acompañadas por lluvias torrenciales persistentes, en algunas partes antes y después del huracán. Lo que la tormenta tropical dejó en pie, lo arrasaron luego las inundaciones. Grandes franjas de tierra se encuentran inundadas.

Al menos 650 víctimas fatales reporta UN OCHA, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios. Más de 100.000 personas están refugiadas en alojamientos de emergencia. Cada día se agregan nuevas personas sin techo. Según estimaciones, cerca de un millón de personas perdió su hogar, sus animales o sus campos.

La situación sigue siendo crítica

Ahora, más de diez días después, se va revelando lentamente la magnitud de lo acontecido. «La situación todavía sigue siendo muy mala», informa el Pastor Mbunda. «Desde el 14 de marzo no tenemos agua limpia, ni electricidad, ni teléfono, ni medicamentos en los hospitales que quedan ni tampoco alimentos. La red de carreteras también está colapsada».

UN OCHA calcula que el número de víctimas seguirá aumentando notablemente, ni bien las masas de agua hayan retrocedido en todas partes. Precisamente la falta de agua potable limpia presupone el peligro de que entre los sobrevivientes se desencadenen brotes de epidemias.

Noticias de las comunidades

Conmocionado, triste y preocupado reacciona el Apóstol de Distrito Charles S. Ndandula (Zambia), a cuya área de actividad se cuentan dos de los países afectados. En Zimbabwe centra su atención ante todo en la comunidad del campamento de refugiados Tongogara, pero también en las comunidades vecinas de Mutovothi, Maronga, Chibuwe, Gumira, Chitimani y Chakowa.

Muchos más hermanos y hermanas en la fe fueron afectados en Malawi. De ahí que el Ayudante Apóstol de Distrito Arnold Mhango no incluya en su lista a las comunidades, sino a distritos de Anciano: Nchalo, Chikwawa, Khisimisi, Ngabu y Nsanje. Tanto aquí como allá ya se ha comenzado internamente en la Iglesia regional a recolectar recursos de auxilio, ante todo mantas, alimentos, ropa. Pero esto es solo el comienzo.

Voluntarios trabajando juntos

Hace mucho que los voluntarios de grandes y pequeñas organizaciones han comenzado con su trabajo. Entre ellas también hay obras caritativas nuevoapostólicas. Así, NAK-karitativ está distribuyendo como primera medida paquetes con alimentos y artículos de higiene a 15.000 hogares en Malawi y Zimbabwe. Adicionalmente ha planeado proveer a familias con equipamientos básicos para alojamientos de emergencia. Además, serán importados paquetes con medicamentos de emergencia y repartidos a clínicas locales.

Las obras nuevoapostólicas han sido incorporadas a la red internacional de voluntarios: NAK-karitativ está trabajando en Zimbabwe junto a la New Apostolic Church Relief Organisation (NACRO) de Zambia. En Malawi la organización asociada es «Help e.V. – Ayuda para la Autoayuda».

Entretanto, NAK-karitativ recibe el apoyo financiero de «human aktiv«, la obra caritativa de la Iglesia Nueva Apostólica de Alemania del Sur. Y «NAK-Humanitas» de Suiza contribuye con 30.000 francos para el trabajo de la Cruz Roja en Malawi.

Sin embargo, el Pastor Mbunda de Beira tiene un pedido: «Seguimos necesitando vuestras oraciones, pues la situación está todavía muy lejos de ser ‘normal'».

marzo 26, 2019

Autor: Andreas Rother

Imprimir