Escuchar, comprender, responder: siguiendo las huellas de Samuel

Fue un Servicio Divino de una dimensión muy particular: Más de 2.500 participantes estuvieron presentes el 11 de mayo de 2019 en la comunidad Lavistown en Ciudad del Cabo (Sudáfrica). Y más de 50.000 espectadores más estuvieron conectados por transmisión audiovisual.

«Tengo un secreto para contar», comenzó el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider: «Acabamos de orar, todos nosotros juntos por cada uno de nosotros». Pues cuando una comunidad está reunida, la oración también es: «Por favor, responde a la oración de mi hermana y mi hermano». Entonces «hoy muchos, muchos, muchos niños oraron muy especialmente por ti. Y estoy seguro de que Dios responderá a estas oraciones».

Cómo Dios llamaba en aquella época

«Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye». Así decía el texto bíblico de 1 Samuel 3:10 que los niños pusieron en escena actuando.

La «voz de Dios» a través del altoparlante, el profeta Elí durmiendo y su alumno Samuel, que no dormía, todo eso con el Apóstol Mayor como narrador. De esa manera, los jóvenes espectadores pudieron vivir cómo el pequeño Samuel aprendió a escuchar el llamado de Dios, a comprenderlo y obedecerle.

«Dios también nos habla a nosotros y nos llama», dijo el Apóstol Mayor Schneider. «Tal vez no así como hizo con Samuel. Al menos en lo que me toca a mí, Dios jamás abrió la ventana del cielo para llamarme: ‘¡Jean-Luc!’. Pero Dios nos habla».

Cómo Dios llama hoy

Con ayuda de otro juego de roles y una presentación de imágenes, los niños y el dirigente de la Iglesia trabajaron sobre dónde se puede escuchar hoy la voz de Dios y cómo suena su llamado en la actualidad:

• A través de los padres: «Escuchamos la voz del padre, de la madre, pero detrás de ella está Dios que nos llama y nos dice qué tenemos que hacer para estar protegidos».
• En el Servicio Divino: «Él nos habla y nos dice que debemos respetar los mandamientos, que debemos ser obedientes a nuestros padres, que nos debemos amar unos a otros y que debemos orar, porque quiere que seamos bendecidos».
• A través de los dones: «Yo tengo una hermosa voz. Yo puedo tocar la flauta dulce. Eso significa que Dios te llama: «Aquí, por favor, tú, sírveme». Canta en el coro. Toca en la orquesta».
• A través del Espíritu Santo: «Dios puede despertar un par de hermosos pensamientos y de pronto, sé que mi prójimo necesita mi ayuda. Entonces no necesitamos a nadie que nos diga qué debemos hacer. Está escrito en nuestro corazón».
• En la naturaleza: «Cada niño, cada hombre, cada mujer, todos somos responsables del medioambiente. Nos debemos ocupar de él para protegerlo».

La conclusión del Apóstol Mayor: «Bien, hoy aprendimos que Dios llamó a Samuel. Y cuando él lo comprendió, le obedeció. Hoy Dios nos llama. Esta es nuestra tarea. ¿Estás de acuerdo con tu tarea? Te lo agradezco mucho».