Siete buenos motivos para el ministerio de Apóstol
¿Cuál es en realidad la tarea de los Apóstoles hoy en día, para qué son llamados, qué deben predicar? Estas y otras preguntas se presentan una y otra vez. Aquí algunas respuestas a ellas.
Domingo 19 de mayo de 2019: El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider predica en Estocolomo (Suecia) sobre el texto bíblico: «No que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino que colaboramos para vuestro gozo; porque por la fe estáis firmes» (2 Corintios 1:24). Y le deja claro a la comunidad mediante siete puntos lo que esto significa para él concretamente. Inequívocamente aclara que los Apóstoles son servidores de la comunidad. «En la Obra de Dios hay un solo Señor, y ese es Jesucristo». Sin embargo, a veces se escucha el deseo de que los Apóstoles deberían adaptar el Evangelio a la realidad actual. «Eso no lo podemos hacer, solamente somos servidores de Dios. Y Él puso las reglas de juego. ¡Nosotros no podemos cambiar la doctrina de Cristo!». Aunque el Apóstol bautiza con agua y Espíritu, no decide quién entra en el reino de los cielos. La dispensación de los Sacramentos solo es el principio de todo: «La nueva criatura en Cristo debe desarrollarse». ¡Y solo Jesucristo decide quién entra en el reino de Dios! El Apóstol está para colaborar, pero cada creyente debe trabajar en su salvación.
Los Apóstoles colaboran
1. predicando de la riqueza eterna: El Señor explicó a sus discípulos que las riquezas espirituales son más importantes que los bienes materiales. «Buscad primeramente el reino de Dios». Esto no significa que el creyente debe despreciar la vida material o renunciar a lo hermoso y bueno y ser pobre. «Pero tenemos prioridades. Nos gozamos porque nuestro nombre está escrito en el cielo. Nos gozamos por la salvación que nos es regalada». Este gozo nos acompaña en días buenos y en días malos, pues el cristiano sabe: «He recibido salvación, Jesucristo murió por mí, Él me redime, Él me lleva a su reino».
2. anunciando los mandamientos de Dios: Jesús exhortó en reiteradas oportunidades a sus Apóstoles a guardar sus mandamientos. «A algunas personas esto les molesta. Creen que restringe su propia libertad». Ser siempre obedientes no se ajusta a nuestro tiempo. «El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él», dijo Jesús. Uno no necesariamente se vuelve más rico y exitoso en la vida, pero, en su lugar, experimenta la cercanía de Dios.
3. predicando arrepentimiento: Jesús explicó a sus Apóstoles que deben arrepentirse y convertirse, que necesitan la gracia. «Esta es la misión de los Apóstoles, predicar arrepentimiento, decir a los creyentes: Necesitamos la gracia, somos pobres pecadores». Cuando los Apóstoles predican arrepentimiento y llaman a la conversión, esto tiene un solo objetivo: Los creyentes deben poder recibir la gracia plena para llegar a ser completamente libres en Jesucristo.
4. enseñando a orar: El Señor enseñó a sus discípulos a orar. Esto también forma parte del servicio de los Apóstoles, colaborar con la comunidad para orar en el nombre de Jesucristo: «Todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido». Es decir, que no se trata de sentirse frustrados. «No, la misión del ministerio de Apóstol es que nuestras oraciones estén conformadas de manera tal que Dios las pueda atender y que entonces tengamos la certeza de que esa oración Dios la responderá».
5. enseñando el ejemplo de Jesús: El Señor Jesús enseñó a los discípulos cómo deben servir. Aun antes de su muerte les lavó los pies dándoles un ejemplo. «Sirvamos al Señor, sirvámonos unos a otros. El que sirve al Señor, puede experimentar una y otra vez: Soy débil, pero a través mío Jesucristo puede hacer grandes cosas». Esto no es teoría, sino que es realidad.
6. hablando de la tentación: Jesús les habló a sus Apóstoles sobre tentaciones y persecuciones. En ellas debían seguir estando gozosos. Esto va como un hilo rojo a través de todo el Evangelio. También Pablo lo predicó: El que padece con Cristo, se gozará con Él. «Nuestra tarea no es eliminar la tentación del mundo y hacer que haya orden en el mundo. Nuestra tarea es fortalecer la fe y transmitir esta seguridad a los creyentes: El que padece con Cristo y por Cristo, tendrá parte en su gozo eterno». Esta es la regla básica del Evangelio.
7. predicando sobre la venida del Señor: Jesús les dijo a sus discípulos que Él quiere venir nuevamente para llevarlos con Él. «No conozco un motivo mayor de gozo que este mensaje: ¡El Señor viene pronto! El viene por mí. Él me quiere buscar y llevar a su reino». El que lo acepta con fe, ya tiene hoy un profundo gozo. «¡Dios me ama, Él viene y me llevará con Él! ¡Y eso será pronto!».