Sobre el reino de Dios hoy y en el futuro
«Es Jesús el que gobierna en su Obra. Cuidémonos de no comportarnos como si fuésemos nosotros los que gobernamos». Llamativas palabras del Apóstol Mayor en su Servicio Divino en Santo Domingo. Cómo llegó a ellas.
La isla La Española está situada entre el Atlántico y el Mar Caribe y es la segunda isla más grande de las Grandes Antillas. La ocupan dos estados: la República Dominicana y Haití. En Santo Domingo, la capital de la República Dominicana, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider celebró un Servicio Divino el sábado 22 de junio de 2019. Estaban invitados todos los miembros de las comunidades del país. Un breve versículo bíblico fue la base de la prédica: «Venga tu reino» (Lucas 11:2).
El Apóstol Mayor explicó de la siguiente manera la enmarcación del texto bíblico: Cuando el Señor Jesús oraba con sus discípulos, ellos notaban que sucedía algo especial. «Por eso le pidieron que les enseñara a orar. Y Él comenzó con el Padre Nuestro y los invitó a que oraran de la misma forma». Primero está a quién nos dirigimos y la glorificación de Dios. Pero la primera petición es: «Venga tu reino». «Con ella Jesús mostró una clara prioridad». El Hijo de Dios no vino a este mundo para hacer milagros o solucionar todos los problemas. Vino para redimir a los hombres y conducirlos al reino de Dios. Esto significa redención. «Y cuando oramos ‘Venga tu reino’ reconocemos este principio: Jesús nos quiere salvar y conducir a su reino. Él nos quiere redimir, no sanar ni enriquecer».
El reino de Dios futuro
Naturalmente, manifestó el dirigente internacional de la Iglesia, esta petición de la oración se refiere en primer lugar al reino de Dios futuro. Para los cristianos de hoy, este texto subraya la fe de que Dios quiere liberar a los hombres de la servidumbre del maligno y conducirlos al reino de los cielos. Es, por lo tanto, la meta explícita de ser parte de la novia que Cristo en su retorno dejará entrar en su reino. Finalmente, significa vivir en el eterno reino de Dios en la nueva creación creada por Él para reemplazar a aquella que se perdió por el pecado de los hombres.
El reino de Dios pasado
Sin embargo, y sobre esto el Apóstol Mayor Schneider puso un acento sostenido en su prédica, el reino de Dios también es una imagen que remite a la presencia de Jesucristo entre los hombres. Puede participar de la misma el que renació de agua y Espíritu, el que sabe que depende totalmente de la gracia y que no se puede ganar la salvación por sus propias obras, el que permite que Dios lo gobierne y que por eso hoy debe trabajar en su salvación.
¿Qué significa esto para nosotros?
Entonces, expresó el Apóstol Mayor, la presencia y el reinado de Jesucristo llegan a nuestra comunidad:
- «El reino de Jesús no es de este mundo. La tarea principal de la Iglesia es la preparación para el retorno del Señor. Y nunca olvidemos que lo que Jesús realiza en su Obra es muchísimo más importante que lo que hacemos nosotros».
- «Es Jesús el que gobierna en su Obra. Nosotros estamos todos a su servicio y sirviéndonos unos a otros. Cuidémonos de no comportarnos como si fuésemos nosotros los que gobernamos».
- «Nuestra convivencia está sujeta a la ley de Jesús. Contribuyamos a que en nuestra comunidad haya amor, paciencia y gracia».
- «Tengamos confianza: ‘No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino’ (Lucas 12:32)».
Después del Servicio Dvino, el Apóstol Mayor y sus acompañantes siguieron viaje al estado vecino de Haití, donde al día siguiente él ofició el Servicio Divino dominical.