«Te sientes tan bien como si estuvieras en casa»

Cocinero de profesión. Gaël Majchrzak ya lo soñaba siendo niño. Después de dos años de formación como cocinero tomo la decisión de ser pastelero. «Tengo la suerte de que mi profesión es para mí como un hobby», habla maravillas de su trabajo. Ante todo le gusta la parte artística. Lo mejor es la «sonrisa de disfrute» de la gente al probar sus dulces creaciones.

De Francia a todo el mundo

«Nací en Algrange (Francia) y viví allí hasta los 18 años», cuenta. Después la formación y la profesión se convirtieron en un componente cotidiano de su vida. Y finalmente llevó a este empresario independiente una y otra vez lejos de casa y muy pronto fuera de su patria.

«Siempre estuve de viaje. Ya viví cinco años en Moscú (Rusia) y tres años en Dubrovnik (Croacia), dos veces por año estoy en Argentina». Además de la elaboración de sus propias creaciones dulces, Gaël Majchrzak también capacita a otros pasteleros. «Una consulta recibida desde Hong Kong, en la que se trataba de apoyar un proyecto en desarrollo, me trajo aquí. Al principio parecía que solo eran uno, dos meses. Después mi esposa se mudó conmigo a Hong Kong. Ahora tenemos previsto quedarnos por más tiempo».

Aprender idiomas también forma parte

¿Extraña Europa ahora que vive en Hong Kong? «Me gusta París y extraño un poco mi entorno, pero siempre disfruto del lugar en el que vivo, amo conocer nueva gente, una nueva cultura y aprender nuevos idiomas, y entonces uno no tiene tiempo para ponerse a extrañar», respondió el pastelero de ya más de cuarenta años y agrega: «Además, hoy en día gracias a Skype, WhatsApp, etc. es realmente fácil tener contacto con la familia».

¿Alguna vez en los nuevos lugares tiene dificultades en acostumbrarse a algo que es totalmente diferente a como es en su casa? «Para nada», opina el francés. «Soy consciente de que cada país es diferente y las personas son diferentes, y no tengo derecho a quejarme, lo tengo que afrontar y me quiero adaptar a las circunstancias del lugar y a la inversa».

Aprender el respectivo idioma también forma parte para él. «Además de inglés, hablo fluidamente ruso, sé español y estoy aprendiendo chino».

Respetar la fe de los demás

Por sus numerosos viajes laborales por el mundo, el Pastor Gaël Majchrzak también pudo conocer muchas comunidades nuevoapostólicas. «Siempre fui bien recibido y pude sentir el mismo amor de los hermanos y hermanas aunque no nos entendíamos. Experimenté: Vas a un Servicio Divino y no entiendes una palabra, pero después te sientes tan bien como si estuvieras en casa. ¡Esto siempre me fascina!».

Gaël Majchrzak nació en una familia nuevoapostólica y creció en ella. Vivir su fe es parte de su vida cotidiana. «Muchos de mis colegas son creyentes, vienen de diferentes religiones. Nos respetamos unos a otros, cada uno en su fe», dice y enfatiza: «En algunos países, como Argentina por ejemplo, más bien es extraño cuando alguien el domingo no va a la Iglesia».

La ordenación plantea preguntas

La comunidad Hong Kong, a la que pertenece el Pastor Majchrzak actualmente, se reúne en el piso 20 de un rascacielos. «Es una comunidad pequeña y siempre me alegro mucho cuando voy allí», relata. La comunidad cuenta con 60 miembros. En los Servicios Divinos, que tienen lugar los domingos y los miércoles, sin embargo, no pueden estar todos presentes debido a las distancias y el tránsito.

Los hermanos y hermanas en la fe de Hong Kong fueron atendidos por un Evangelista de Distrito y un Pastor hasta que el entonces Apóstol de Distrito Urs Hebeisen ordenó en septiembre de 2018 a Gaël Majchrzak como Pastor para la comunidad Hong Kong.

¿Qué sucedió en su interior antes de la ordenación? «Tenía muchas preguntas que hacerme. Cuando hago algo, lo hago al 100 por ciento, sea en el trabajo, el deporte, … así que me pregunté si sería capaz de ser Pastor en un 100 por ciento. Siempre voy a la Iglesia, aunque esté de viaje, pero ser un Pastor es otra cosa. Mi padre es Pastor, así que sabía lo que se venía sobre mí».

La fe lleva a la dirección correcta

¿Y cómo siguió? «No pude rechazar el llamado de Dios. Así que tuve y tengo que organizar que esto sea posible. Por suerte, yo mismo puedo elaborar mi plan de horarios y administrar libremente mi tiempo».

El Pastor Gaël Majchrzak es consciente de que: «Sin Dios no sería el que soy ahora. Dios siempre está conmigo, también en las situaciones difíciles». Está agradecido de que nunca se siente abandonado. «Mi fe siempre me lleva a la dirección correcta. Me encontré con muchos hermanos y hermanas diferentes y experimenté que todos tenemos la misma meta: Esperamos juntos el retorno de Jesús y la eterna comunión con Dios. El resto es material y no es importante».