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Hoy escasez, mañana la gloria

agosto 21, 2019

Author: Andreas Rother

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Una carta de consuelo para la comunidad que pasaba por tribulaciones en aquel entonces, un Servicio Divino de consuelo para quienes están de duelo hoy: Allí donde a las personas les falta algo, Dios lo suple. Pero a veces es muy distinto a lo esperado.

«Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús». Así decía el texto bíblico de Filipenses 4:19, sobre el que giró el Servicio Divino del 30 de junio de 2019 en Oberhausen (Alemania).

«La epístola a los Filipenses es una epístola muy especial», explicó el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider. «Pablo la escribió mientras estaba en la cárcel». En ella agradece por el apoyo de la comunidad que él había fundado. «La alegría de Pablo era aún más grande porque sabía que precisamente esa comunidad, Filipos, también pasaba por grandes dificultades».

«Esto hoy es igual», enfatizó el Apóstol Mayor, «en las comunidades hay muchas tribulaciones, muchas pruebas, mucho sufrimiento, pero están los hermanos que nos apoyan mediante sus ofrendas, mediante sus oraciones, mediante su ayuda activa. Los Apóstoles agradecen por todo esto, así como Pablo expresó su gratitud en aquel entonces».

Atención: ¡peligros!

«En su amor a la comunidad Pablo quería prevenirla», dijo el dirigente de la Iglesia y mencionó tres advertencias:

  • «¡No dudéis! Es normal que tengáis que atravesar tentaciones. Es normal que seáis probados. Esto forma parte de ser cristiano. Ya fue en aquel tiempo un mensaje nada agradable. Y lo mismo es válido todavía hoy. El seguimiento a Jesucristo nunca es un paseo».
  • «Atención: ¡No murmurar! Hoy no todo va como lo deseamos, como lo habíamos imaginado. Deberíamos estar atentos. No podemos llegar a que el pueblo de Dios adopte una actitud de murmuración».
  • «Cuando en la comunidad las cosas se ponen difíciles, está el peligro de que cada uno se retire a su posición, solo piense en sus propios intereses y crea tener la solución para todo. Y ya está en riesgo la unidad de la comunidad».

Todo lo necesario para la salvación

Entonces viene Pablo en su epístola con su desvelo tan lleno de amor y consuela a la comunidad, dijo el Apóstol Mayor Schneider aludiendo al texto bíblico del Servicio Divino. «Dijo, simplificando: Mi Dios, al que yo conozco, os dará todo lo que necesitáis: de su riqueza». Y de eso forman parte:

  • «Los maravillosos coros, las excelentes orquestas, tenemos una juventud fabulosa y, por lo general, no tenemos que viajar tan lejos para llegar a la comunidad más próxima. Pero puede suceder que esto ya no lo tengamos plenamente. No olvidemos que el amado Dios nos sigue dando todo lo que necesitamos para nuestra salvación: su palabra y los Sacramentos».
  • «Como portadores de ministerio nos esforzamos mucho en predicar lo menos mal posible, nos esforzamos por cumplir bien nuestro servicio, también nos preocupamos para que nuestra conducta no constituya una ofensa para nadie. Pero okay: No siempre lo logramos. No somos perfectos. Dios igual nos dice: ‘Por recipientes de barro os puedo dar todo y a través de ellos os doy todo lo necesario para la salvación'».
  • «No obstante, no podemos decir: Si eres bien nuevoapostólico y te portas bien, traes tu ofrenda, sirves al Señor, Dios te suplirá todo lo que te falta en lo material. Pensad en los hermanos que desean tener un hijo, en los solos, en los que tienen enfermedades crónicas, en los enfermos graves, en los que viven en gran necesidad económica. Dios les da la garantía de que estas escaseces no afectarán su relación con Dios, que a pesar de todo podrán tener una comunión muy estrecha con Dios».
  • «Pablo tenía algo más en mente: Dios no irá de cada uno y suplirá todo lo que le falta, sino que Él da en la suma, uno tiene en exceso y entonces es su deber y trabajo ayudar al otro y compensar lo que le falta. Así veía Pablo a la comunidad».
  • «Dios nos quiere conducir a la gloria, al reino de los cielos. Allí, y esto lo tenemos en claro, será suplido todo lo que falta. Allí no habrá sufrimiento, no habrá lágrimas, no habrá escasez: allí todo sera perfecto y ya no nos acordaremos de lo que nos faltaba sobre la tierra. Lo que entonces recibiremos será tan grande que todo quedará resuelto. Este es el futuro».

«Este es el mensaje del Espíritu Santo para nosotros hoy», fue la conclusión del Apóstol Mayor: «Sí, nos falta mucho, pero Dios lo suplirá: a través de su palabra hoy, a través de los Sacramentos y pronto en su gloria».

agosto 21, 2019

Author: Andreas Rother

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