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A ti, personalmente, se dirige Dios

agosto 28, 2019

Author: Oliver Rütten

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Dios conoce al hombre, a cada uno, totalmente: todas sus fortalezas, todas sus debilidades, su naturaleza y su comportamiento. Y eso es bueno, porque no solo lo conoce: Él tiene un plan.

«Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre», sobre esta conocida palabra de Apocalipsis 3:8 predicó el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider el domingo 14 de julio de 2019 en el Stefaniensaal del Centro de Congresos de Graz (Austria).

Dios te conoce

«Nuestro consuelo y el de todo el pueblo de Dios es: Él te ha elegido por lo que eres. Él quiere guiarte a su reino», dijo el Apóstol Mayor. «Dios le dice al ser humano: Tengo una relación muy personal contigo. No eres un simple número, una parte de un todo, de un pueblo. Y como te conozco, te estoy llamando».

Dios conoce tus obras

«‘Yo conozco tus obras’, esto también es una pequeña exhortación de Dios», expresó el Apóstol Mayor Schneider. Pues «la fe no es algo teórico. La fe genuina debe tener efectos muy concretos». Y lo que aquí vale es que «tu fe no puede ser mayor que las obras que produce».

  • Dios conoce tu oración. «El Señor viene a nosotros y nos consuela diciendo: ‘Yo conozco tus oraciones. Estuve atento, las escuché todas».
  • Dios conoce tu ofrenda y tu renunciamiento. «A veces se levanta el pensamiento: ¿De qué sirve todo esto? ¡No me va mejor! Sin este sacrificio también hubiera ido’. Dios nos dice: ‘Todo lo que hiciste por amor a mí, todo lo que hiciste por mí, lo bendeciré. No te preocupes, yo conozco tu sacrificio'».
  • Dios conoce tu servir. «Dios dice: ‘Yo conozco su servicio en la comunidad, cuando sirves a tu prójimo, cuando anuncias el Evangelio. También cuando nadie lo ve y nadie te agradece y pasa totalmente desapercibido. Yo conozco tu servicio'».
  • Dios conoce tu lucha. «Dios dice: ‘Yo sé cuántos esfuerzos haces para resistir el mal y desarrollar en ti la nueva criatura. Yo conozco tu lucha y estoy a tu lado'».

Dios conoce nuestras debilidades

“‘Tú tienes pocas fuerzas, también esto lo ve Dios”, explicó el Apóstol Mayor:

  • Somos pequeños. “Jesús lo explicó: ‘Sois los pequeñitos en el mundo, no llamáis la atención. No sois necesariamente percibidos como grandes personalidades’”.
  • Somos una manada pequeña. “Midiéndonos en la población mundial, somos y seguiremos siendo un grupo pequeño y lo seguiremos siendo en todos los aspectos”.
  • Tenemos poco poder. “Lo notamos: Oramos y no podemos cambiar el mundo”.
  • Somos pecadores. “Nos esforzamos tanto, luchamos para vencer y somos derrotados una y otra vez. Lo que no queríamos hacer, lo hacemos; lo bueno que nos propusimos, no lo hacemos”.

Pero estas debilidades no son decisivas: “Ahora viene el consuelo de Dios: ‘Abrí delante de ti una puerta y nadie puede cerrarla. Te conduciré a mi reino, a la comunión eterna conmigo’”.

Nosotros conocemos a Dios

La condición para ello es guardar la palabra de Dios y no negar su nombre:

  • Nosotros conocemos a Dios. “Por eso guardamos su promesa. Sí, Dios me ama. Sí, Él está conmigo. Sí, Él enviará a su Hijo y me llevará con Él’”.
  • Nosotros conocemos la Obra de nuestro Dios. “Sabemos lo que hizo el Hijo de Dios por nosotros. Él vino y vivió sobre la tierra como hombre y sufrió. Él murió por nosotros porque nos ama“.
  • Nosotros conocemos la fuerza de Dios. “El diablo y los seres humanos hicieron de todo para obligar a Jesús a ser desobediente al Padre. Ellos fracasaron, Él quedó obediente hasta el fin. Esta es la fuerza de Jesucristo”. Y “nuestra fuerza consiste en que Dios es poderoso en nosotros. El mundo puede hacer lo que quiera: nosotros seguiremos sirviendo, seguiremos ofrendando, seguiremos anunciando el Evangelio”.
  • Nosotros conocemos la gracia de Dios. “No depende de nuestra victoria, Jesucristo nos permite tomar parte de su victoria. Nosotros conocemos su victoria en la cruz”.

“El salmista dice: ‘Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará’. El fiel será salvo. No nos volvamos inseguros”, manifestó el Apóstol Mayor Schneider. “El que queda fiel hasta el fin, llegará al reino de Dios, nadie puede cerrar la puerta”.

agosto 28, 2019

Author: Oliver Rütten

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