Preservar los recuerdos (11): Cómo solucionar los problemas

La foto ya se disparó. El resultado no es tan bueno. Algo salió mal: muy oscura, muy clara, desenfocada, muy general. ¿Qué hacer? Lo que se ofrece aquí no es solo apoyarse en la edición posterior de las fotos, sino que hay que tener en cuenta antes algunos consejos.

Problema 1: La foto es muy clara

Muchas veces se pasa por alto la iluminación. Esto lo hace la cámara, se piensa. ¿Y dónde queda entonces el fotógrafo? La palabra mágica es «corrección de iluminación». Los valores de iluminación se pueden cambiar antes de disparar: No apuntar al traje negro mientras se regula el foco, sino al área más clara que está a su lado. Mantener el disparador levemente presionado y volver la cámara al motivo deseado.

En las cámaras digitales réflex de espejos está el botón de la estrellita *. Separa el enfoque y la iluminación en dos pasos. Probarlo antes de perder tiempo en la edición posterior de las fotos.

Problema 2: La foto es muy oscura

Esto sucede con relativa frecuencia. Una fuente de luz de frente y el foco con iluminación automática convierte la imagen en sombras. Es relativamente fácil engañar al fotómetro: Para regular los valores, la cámara apunta primero a un motivo oscuro (el traje negro) y después recién a la parte deseada en sí. Los valores de iluminación, además, se pueden manejar manualmente antes de disparar.

Problema 3: La foto salió movida

Una razón frecuente de esto no es que el fotógrafo se mueve, sino la velocidad de obturación demasiado lenta: El diafragma necesita demasiado tiempo para volver a cerrarse. Todos los posibles factores de perturbación llegan así a la toma, casi como un video, lo cual en realidad no debe ser así. Entonces se recomienda experimentar con el tiempo de obturación: más breve igual a más estático, más largo igual a más borroso.

A las tomas borrosas les falta luz. Por eso se debe aumentar el valor ISO. Así se regula una mayor sensibilidad a la luz. Más luz admite menor tiempo de obturación. Sin embargo, esto produce generalmente una mayor estática de la imagen. Las tomas tendrán más píxeles.

El flash también da mayor cantidad de luz. Desventaja: No todo motivo lo tolera. Por lo general se llega a reflejos artificiales o sombras pronunciadas.

El que tenga más dinero puede adquirir un estabilizador de fotos o un objetivo con intensidad luminosa. Por otro lado, resulta más económico un trípode para estabilizar la cámara. Pero, aunque la cámara quede más fija, cuando el motivo se mueve, igual la toma resulta borrosa.

Problema 4: La foto no es nítida

Cuando algo no está nítido en la foto, todo observador se vuelve loco. Esto depende en la mayoría de los casos de la profundidad de campo, que es la clave para que la foto deje un buen mensaje. Solución: La profundidad de campo se puede aumentar con un diafragma mayor (f10, f16 o f22). Esto se ocupa de que no solo el área inmediata del motivo esté nítida, sino también el primer plano y el fondo.

Solución 2: Usar objetivos con menor distancia focal para aumentar de esa manera la profundidad. ¡Probarlo!

Problema 5: La foto no dice mucho

¿Qué exactamente quiero fotografiar? La respuesta a esta pregunta la debe saber el fotógrafo. En lugar de poner delante del objetivo la totalidad de la escena, vale la pena que sea una parte detallada de la foto: ¡Fotografía aquello que quieras mostrar! Los elementos no interesates o quizás perturbadores que están al margen de una toma se pueden ocultar, por ejemplo disminuyendo la profundidad: Un diafragma menor (f1.4, f2.0 o f2.8) se ocupa de que solo el área inmediata al motivo se saque con nitidez. El primer plano y el fondo quedan desenfocados. Esto lleva a que se destaque el verdadero motivo.

Vale: Concéntrate en lo que quieras decir.

El que quiere analizar con mayor intensidad estas y otras soluciones a problemas, puede buscarlo en el capítulo «Encontrar soluciones» del libro «Fotografía en el Servicio Divino» desde la página 139. La guía puede descargarse en inglés y alemán.