Preservar los recuerdos (12): Lo que se debe y lo que no se debe hacer
Fotografiar en el Servicio Divino. Esto hace surgir preguntas. La serie de nac.today muestra que hay respuestas para cada una. Al final, bien compacto, lo que se debe y lo que no se debe hacer para tener éxito en esa misión.
Hablar primero, tomar fotografías después. Es necesario consultar previamente a los editores, a los encargados de la ordenación, a los involucrados en el acto, a los camarógrafos y posiblemente al siervo que oficie, para garantizar que el trabajo se desarrolle sin contratiempos ni problemas.
Un fotógrafo será suficiente. En salones grandes, se puede desplegar un segundo fotógrafo como respaldo —o complemento— del fotógrafo principal. Recibirá entonces un área de trabajo firmemente acordada.
Estar acorde. La vestimenta es adecuada para la ocasión. El fotógrafo es silencioso y pasa desapercibido. Los recorridos y los asientos se acuerdan y eligen con suficiente antelación. Los elementos perturbadores (flashes, pitidos del obturador, suelas de zapatos ruidosas y similares) deben decididamente evitarse.
Prestar atención a los derechos de la persona. El derecho a la propia imagen y la privacidad de las personas representadas debe ser estrictamente respetado. La fotografía puede hacer público lo que es de índole privada.
Altar/espacio del altar. El altar es un lugar consagrado, santo. Durante el Servicio Divino, el fotógrafo no debe pisar el espacio que rodea el altar. La introducción trinitaria y la bendición final marcan el comienzo y fin del Servicio Divino respectivamente. Las fotos grupales y familiares generalmente se toman fuera del espacio del altar, ni detrás, ni en sus escalones.
Actos sacramentales. La fotografía antes y luego del acto sacramental es posible con una previa consulta y a una correcta distancia. Es natural una charla previa con el siervo que oficia y con los involucrados en el acto. Las fotografías durante un acto sacramental solo se pueden tomar en casos excepcionales y con el encargo correspondiente.
Actos de bendición. Es posible tomar fotografías antes, durante y después de los actos de bendición, a una distancia prudencial. Es natural tener una charla previa con el siervo que oficia y con los involucrados en el acto.
Oración. La oración es parte de la relación muy personal entre el creyente y Dios. No está permitido fotografiar a los individuos mientras están orando. En ciertos casos, es posible fotografiar a una comunidad en oración, siempre y cuando no se haga énfasis en ninguna persona en particular.
Cuando se planea así y con la necesaria circunspección, la fotografía en el Servicio Divino será una parte importante de las relaciones públicas de la Iglesia y generará recuerdos valiosos de momentos especiales.
Foto: Oliver Rütten