Dios hace grandes cosas por nosotros, en nosotros, con nosotros

El texto bíblico con el que sirvió el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider el 27 de octubre de 2019 en Kuala Lumpur (Malasia) es uno de los salmos más conocidos: «Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres. Haz volver nuestra cautividad, oh Jehová, como los arroyos del Neguev» (Salmos 126:3-4).

El salmista recuerda la alegría de los judíos, que habían estado exiliados en Babilonia, cuando regresaron a Israel. «También nosotros tenemos todos los motivos para confesar que Dios ha hecho grandes cosas con nosotros».

«Ha hecho con nosotros»

«Dios ha hecho grandes cosas por nosotros»: Él envió a su Hijo a la tierra. Y Jesucristo dio su vida, venció el pecado y la muerte, y envió nuevamente el Espíiritu Santo. Dios se ocupó de que el Evangelio fuese anunciado en todo el mundo y que siga siendo anunciado hasta ahora. Él también brinda ayuda y protección en la vida cotidiana.

«Dios ha hecho grandes cosas en nosotros»: Él dio el renacimiento de agua y Espíritu. En cada Servicio Divino perdona los pecados. Y a través del Espíritu Santo guía con amor y paciencia a cada creyente en el camino para que pueda ser cada vez más semejante a Jesús.

«Y Él quisiera hacer grandes cosas con nosotros»: Jesús quiere celebrar las bodas del Cordero con nosotros en su reino, luego volver con nosotros a la tierra para traer a los hombres la salvación en el reino de paz.

«Grandes cosas»

«Por eso, mirad qué grandes cosas ha hecho Dios por nosotros, en nosotros y con nosotros», reafirmó el Apóstol Mayor y explicó: «Grandes, porque no las podríamos hacer nosotros mismos. Grandes, porque trascienden a nuestra capacidad de imaginación. Grandes, porque no nos las podríamos ganar».

«Estaremos alegres»

«Hoy estamos tan ocupados, tenemos tanto para hacer», exhortó el Director de la Iglesia. «Entonces el peligro de que olvidemos las cosas grandiosas que Dios ha hecho por nosotros, es real. Y al final ya no estamos contentos. Quizás hasta empezamos a murmurar». Por eso, «piensa en las grandes cosas que ha hecho Dios por ti, que hace por ti y que hará por ti. Seamos agradecidos».

La alegría no debería ser enturbiada por frases de burla como: «¿Y dónde está vuestro Dios ahora?». Esos dichos existieron en todas las épocas. Y esos dichos se levantan también hoy, cuando las personas caen en necesidades o se presentan carencias en la comunión de los fieles. «Déjalos que hablen. No te ofendas. No pierdas el valor. Confía en Dios, ten paz en tu corazón. Piensa en las grandes cosas que Dios ha hecho y hace por ti».

«Haz volver, como los arroyos»

«Compartamos esta riqueza con los demás», dijo el Apóstol Mayor Schneider: «Queremos que todas las personas experimenten las mismas grandes cosas que nosotros, sobre la tierra y en el mundo del más allá».

«Somos conscientes de las grandes cosas que Dios ya ha hecho por nosotros», pero » también sabemos que todavía no fuimos redimidos». Por eso, nuestra principal petición a Dios es: «¡Envía a tu Hijo amado! Déjanos entrar en tu reino eterno».

Así como la lluvia transforma la sequía del territorio del sur de Israel, el Neguev, el retorno de Cristo transformará todo en un instante: «De pronto se manifestará la novia de Cristo y podremos ver la gloria de la Iglesia de Cristo. Este es el mayor milagro que Dios quiere hacer, con nosotros, por nosotros, en medio de nosotros».