El lema del año 2019 hizo descubrir una verdadera mina de oro: La consigna «Ricos en Cristo» inspiró muchos pensamientos valiosos. Para la despedida del viejo año, los mejores momentos de «En foco».
«La riqueza en Cristo se puede compartir, ¡compartir sin que nosotros mismos nos volvamos más pobres! Esto no es solo una posibilidad o una necesidad, incluso es nuestra vocación». (Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider)
«Que el Señor nos cuide de volvernos alguna vez tan pobres que lo único que nos quede fuese dinero». (Apóstol de Distrito John Kriel, África del Sur)
«Allí donde hay riqueza, también acechan los ladrones. ¡Estemos atentos! ‘Cerca de Cristo’ es donde está segura la riqueza divina». (Apóstol de Distrito Jürg Zbinden, Suiza)
«La verdadera riqueza está asociada al ‘disfrutar’. Sería hermoso que tomáramos un momento para reflexionar y midiéramos nuestras riquezas». (Apóstol de Distrito Enrique Minio, Sud América)
«Forma parte de nuestra riqueza espiritual, el tener seguridad. Somos parte de la comunión más fuerte que existe: la comunión con el trino Dios. En la bendición final, Dios, el Espíritu Santo, nos asegura que estamos dentro de la comunión». (Apóstol de Distrito Michael Ehrich, Alemania del Sur)
«La riqueza en Cristo no significa para los portadores de ministerio solamente colocarse en humildad bajo la voluntad de Dios. El elemento decisivo aquí es el amor que tenemos en nuestro corazón para Dios y Jesucristo, el Novio de nuestra alma». (Apóstol de Distrito Rüdiger Krause, Alemania del Norte y del Este)
«Pese a que Jesucristo era rico, por amor a nosotros se hizo pobre para que nosotros con su amor fuésemos enriquecidos». (Apóstol de Distrito Mark Woll, Canadá)
«Orientar la vida en Jesús, estar siempre a disposición de sus hermanos y hermanas en la fe. Hay más de uno que se involucra con alegría en esta tarea, dejando de lado sus propias necesidades. Esto también se percibe como una riqueza personal». (Apóstol de Distrito Edy Isnugroho, Asia del Sudeste)
«Los verdaderos discípulos de Cristo sienten una gran necesidad de compartir la riqueza que han recibido con sus contemporáneos y con el prójimo, así como hizo Cristo». (Apóstol de Distrito Leonard R. Kolb, EE. UU.)
«Dios es rico, pues tiene superabundancia de todas las cosas. Todo proviene de Él, aquello que se hace evidente en la creación terrenal como también en la espiritual». (Apóstol de Distrito Wolfgang Nadolny, Berlín-Brandeburgo)
«Cuando un niño puede desarrollarse en paz tiene la posibilidad de desarrollar los talentos que hay en él y aplicarlos para su propio bienestar y el de los demás. Que en este sentido las palabras de Jesús: ‘¡Paz a vosotros!’ nos proporcionen una y otra vez una riqueza especial en Cristo». (Apóstol de Distrito Rainer Storck, Alemania del Oeste)
«Rico en Cristo significa, entonces, que se han desarrollado en alguien determinadas virtudes cristianas que lo hacen parecerse a Cristo». (Apóstol de Distrito Joseph Opemba Ekhuya, África del Este)
«El bien más grande e importante es la gracia, el amor inmerecido de Dios. En ella tienen su origen, en realidad, todas las demás riquezas de Cristo». (Apóstol de Distrito Michael Deppner, RD Congo Oeste)
«Nuestras diferencias conforman una riqueza, presuponiendo que aceptamos al otro así como es, así como Jesús también nos acepta como somos». (Apóstol de Distrito Tshitshi Tshisekedi, RD Congo Sudeste)
«Quien es ‘rico en Cristo’ puede distinguir y apreciar las verdaderas riquezas que lo llevarán a la eterna comunión con Dios». (Apóstol de Distrito Raúl Montes de Oca, Brasil/Bolivia)
«Nuestro gozo es que en la riqueza de Cristo podamos recibir tanto el oro de la salvación como los valiosos ‘minerales’ que se pueden encontrar con la presencia de Dios en nuestra vida». (Apóstol de Distrito Peter Schulte, Pacífico Oeste)
«Esta riqueza que poseemos en Jesucristo, nos debe motivar a mantenernos fieles a Él y a estar preparados para su inminente retorno». (Apóstol de Distrito Kububa Soko, Zambia/Malawi/Zimbabwe)