En estos días, más de uno está preocupado por su salud y su existencia. “¡Nosotros confiamos en Dios!”, recomienda el Apóstol Mayor. ¿Por qué y cómo se puede experimentar esto de cerca? Cuatro consejos y dos promesas del Servicio Divino de Domingo de Ramos.
El Domingo de Ramos, 5 de abril de 2020, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider celebró un Servicio Divino en Estrasburgo (Francia). Debido a la pandemia del coronavirus, no se permitió a los participantes del Servicio Divino asistir personalmente al lugar. “Solo estaban presentes las personas necesarias para la transmisión de vídeo. Los hermanos francófonos siguieron el Servicio Divino en casa a través de Internet o por teléfono”, comunicó el Director de la Iglesia unos días después. Basó su prédica en la palabra de Mateo 21:6: “Y los discípulos fueron, e hicieron como Jesús les mandó”.
“El Domingo de Ramos marcó el final del viaje de Jesucristo a Jerusalén”, dijo el Apóstol Mayor Schneider. Todos los Evangelios muestran que el Señor sabía qué lo esperaba allí. Aunque Jesús lo había dicho una y otra vez, los discípulos no lo entendieron y lo siguieron con miedo. “Jesús se dio cuenta, y quizás para mostrarles que tenía las cosas bien bajo control, les mandó hacer algo”. Debían ir a buscar un pollino, hablar con el dueño y finalmente experimentar que todo lo que pasaría había sido profetizado antes y que Jesús lo conocía.
“Lo que era válido en aquella época, también es válido para nosotros hoy. Vivimos en todas partes del mundo en una situación absolutamente sin precedentes. Muchos sienten un cierto miedo, algunos incluso realmente entran en pánico”. Pero también hoy en día hay seguridad para los creyentes, Dios confirma: “Tengo todo bajo control y esto no me impedirá seguir mi plan”, dijo el Apóstol Mayor.
Tres consejos para la salvación espiritual
En aquel momento, los discípulos ya habían hecho la experiencia varias veces: Cuando Jesús decía algo, sucedía exactamente como lo había dicho. Así que podemos confiar en Él. Y lo mismo ocurre también hoy: “Jesús dio algunas órdenes relativas a nuestra salvación. Estas son las condiciones que Dios les impone a los hombres”.
- Confiar en Dios: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí” (Juan 14:1). “Nos enfrentamos a un gran interrogante, no entendemos el obrar de Dios, podemos sentir miedo, pero: Confiamos en Dios y confiamos en el Señor Jesús”.
- Preservar la vida espiritual: “No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. Mas buscad primeramente el reino de Dios” (de Mateo 6:25 y 32-33). Cuidar nuestra propia salud, cuidar a nuestros seres queridos, observar las medidas de seguridad, todo esto es correcto. “Pero este tiempo también nos debería recordar que la vida espiritual es aún más importante. Y debemos cuidar al menos tanto nuestra alma como la de nuestro prójimo”.
- Mantener la comunión: “He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20b). “Vivimos en una época en la que sufrimos una gran carencia: No podemos celebrar la Santa Cena. Pero estoy firmemente convencido de que todos los que permanezcan en comunión con el apostolado recibirán de Dios, por medio del Espíritu Santo, el alimento que necesitan”.
Un consejo para la vida cotidiana en tiempo de coronavirus
En la crisis del coronavirus, términos como “altruismo” o “desinterés” recuperan un significado particular. Un gran número de personas se comprometen con su prójimo haciendo grandes sacrificios, a veces incluso con riesgo para ellos mismos. “Les estamos profundamente agradecidos”, dijo el Apóstol Mayor Schneider. Pero con respecto al mandamiento de amar al prójimo, pidió que se considere:
- Ayudarse mutuamente a permanecer fieles a Jesús: “Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado” (Juan 15:12). “Ahora ya no es solo cuestión de ayudarse en un tiempo difícil, de ayudar al prójimo con cosas materiales. El amor del Señor se ha mostrado al acudir en ayuda del alma del hombre”, fue el llamamiento del máximo dirigente de la Iglesia.
Dos promesas divinas
Los que siguen estos consejos pueden experimentar cómo se cumplen las promesas de Dios:
- Fuerza suficiente para la tentación: “Pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” (1 Corintios 10:13b). “Dios siempre nos da los medios para vencer, aunque se trate del coronavirus, aunque se trate de otras pruebas”.
- Recibir la corona de la vida: “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman” (Santiago 1:12). “Es una palabra de la Sagrada Escritura, ¡se cumplirá! Incluso en estos tiempos difíciles, cuando no entendemos muchas cosas, cuando tenemos un cierto temor: ¡Mantengámonos firmes!”.