El año pasado trajo consigo muchos nuevos desafíos. ¿Cómo nos hemos enfrentado a ellos? ¿Nos han alejado de Dios? ¿Qué nos espera? El Apóstol de Distrito Kububa Soko (Zambia) responde a estas preguntas a su manera.
Creo que ninguno de nosotros podía imaginar lo que nos depararía el año 2020. Tuvo sus propios desafíos muy especiales. El coronavirus, en particular, cambió por completo muchas cosas, incluso la forma en que experimentamos la comunión con Dios y con los demás.
A pesar de todas las dificultades, el Apóstol Mayor pudo reavivar con el lema del año 2021 nuestra esperanza y nuestro anhelo por el futuro con Jesucristo. En medio de las tentaciones y las situaciones difíciles que pueden perturbarnos en esta vida, permanezcamos unidos como una sola comunidad de la Iglesia de Cristo. Mantengamos también nuestros ojos puestos en la meta de nuestra fe, el retorno de Jesucristo, pues es nuestro futuro.
Nuestro futuro en Cristo es la posibilidad de la comunión eterna con Él y la participación en el milenario reino de paz. Dejemos, pues, que el ministerio de Apóstol nos prepare para este gran futuro con Jesucristo mediante la palabra y los Sacramentos.
El retorno de Cristo es y sigue siendo la meta de nuestra fe y nuestro futuro. El retorno de Cristo no es una suposición, sino una certeza. Creamos en el Evangelio de Cristo y vivamos conforme a él, poniendo en práctica sus enseñanzas. Entonces hablemos a otros de este gran futuro y compartamos con ellos el Evangelio de Jesús en palabras y obras. Espero que el lema de 2021 nos haga sentir curiosidad por nuestro gran futuro con Cristo.
Foto: Oliver Rütten