Jesús es el pan de vida. Este conocimiento tuvo un significado muy especial para el Apóstol de Distrito Gottfried Hinz, pues Jesús y el pan desempeñaron un papel importante en su vida. Hoy habría cumplido 140 años.
“Mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos” (de Isaías 55:8). Gottfried Hinz escribió estas palabras al principio de su vida. Este varón de Dios tuvo que hacer esta experiencia con dolor. Cuando su Apóstol de Distrito Wilhelm Oehlmann murió inesperadamente, hubo que buscar un sucesor para que fuera responsable de la región de Prusia Oriental y Occidental. Solo seis días después del fallecimiento del Apóstol de Distrito Oehlmann, el Apóstol de Distrito Arthur Landgraf, en nombre del Apóstol Mayor, confía el ministerio de Apóstol de Distrito al hasta ese momento Apóstol Gottfried Hinz. Entre otras cosas, dice: “Ninguno de nosotros esperaba reunirse en esta hora, y nos damos cuenta de nuevo de que los caminos de Dios son diferentes a los nuestros”.
Pan material
Gottfried Hinz vino al mundo un 16 de mayo hace 140 años. Su familia vivía en condiciones precarias. Para poder permitirse un traje para la graduación, el joven se levantó temprano durante todo un año escolar y repartió pan blanco para un panadero antes de ir a la escuela. Este trabajo no calificado le hacía ganar diez peniques al día, pero pudo comprarse un traje para celebrar su último año.
Pan de vida
Al principio Gottfried Hinz no estaba muy impresionado con la fe nuevoapostólica. Un colega de la fábrica de locomotoras donde Gottfried Hinz trabajó durante 32 años, le habló de la Iglesia Nueva Apostólica. Gottfried Hinz y su esposa Regine fueron un par de veces, pero luego prefirieron mantenerse al margen. Al principio no supieron qué hacer con la doctrina. Pero los miembros de la comunidad no olvidaron a la joven pareja y oraron por ellos. Pronto Gottfried y Regine se sintieron atraídos por los Servicios Divinos y se unieron a la Iglesia el 13 de junio de 1909.
Un año después, Gottfried Hinz fue colocado como Subdiácono. El Apóstol y los hermanos apreciaron su modestia, su fe y su confianza incondicional en Dios. Poco a poco fue recibiendo distintos ministerios. Pero no solo predicaba sobre el pan de vida, sino que en dos ocasiones intervino valientemente en situaciones de peligro y pudo así salvar vidas.
Gottfried Hinz sirvió durante muchos años en su comunidad natal de Elbing (hoy Elbląg, Polonia). En 1932, falleció el Obispo Schwarz de Königsberg in der Neumark (hoy Chojna, Polonia). Cuando se le preguntó si quería sucederlo, Gottfried Hinz no lo dudó y pronto se trasladó a esa ciudad, a casi 400 kilómetros de distancia. Allí, como Obispo y más tarde como Apóstol, aportó mucho consuelo y fuerza de fe a los hermanos durante la guerra.
Papas en lugar de pan
Gottfried Hinz y su familia también sufrieron por la guerra. En 1944, la casa del matrimonio Hinz quedó completamente destruida. Gottfried y Regine Hinz iban y venían entre Elbing, donde vivían los hijos, y la entonces ciudad de Deutsch-Eylau (hoy Polonia), donde el Anciano de Distrito Krahnwald los había acogido con gusto.
La situación bélica llegó a su punto álgido. Gottfried Hinz solo pudo llevar a cabo algunos Servicios Divinos donde los había planeado. Su hijo y sus dos yernos estaban en la guerra, sus hijas Trude y Gretel, así como los hijos de ellas y su nuera, estaban ahora todos juntos en Elbing. En febrero de 1945 toda la familia intentó escapar a Dinamarca. Pero como el barco que querían tomar estaba abarrotado, tuvieron que renunciar y volver a Elbing. El nieto Fritz Thierfeld recuerda que su abuelo, el Apóstol de Distrito Gottfried Hinz, volvió a celebrar una vez más la Santa Cena con toda la familia el viernes 9 de marzo de 1945. Como no tenían ni hostias ni pan, el Apóstol de Distrito tomó finas rodajas de papa, que consagró para la Santa Cena.
Al día siguiente el Apóstol de Distrito Gottfried Hinz fue detenido por un oficial ruso. La familia aún supo que había sido llevado a Insterburg (hoy Chernyakhovsk, Rusia). La hija Gretel se enteró más tarde en el campamento de Padosero (Rusia) de que su padre había sido deportado al norte de Rusia. La familia nunca más volvió a ver a Gottfried Hinz.
Foto: NAK Westdeutschland Zentralarchiv