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“Mas en tu palabra…”

septiembre 22, 2021

Autor: Andreas Rother

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Una experiencia que cambia la vida. No solo un pescador tuvo esa experiencia hace 2000 años. Se puede seguir teniéndola hoy en día, solo depende de cómo uno se encuentre con Jesucristo.

Fue un encuentro que cambió la vida. Pedro había estado pescando toda la noche, sin éxito. Entonces Jesús se acercó y le pidió que se alejara un poco de la orilla para que la multitud pudiera verlo. Cuando terminó de predicar, Jesús le indicó que echara la red al otro lado. El factor decisivo para Pedro no fue la abundante pesca, sino que se convirtió en pescador de hombres.

“¿Qué podemos aprender de esta historia?”, preguntó el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider en el Servicio Divino para la juventud en Água Creola (Santo Tomé) el 11 de septiembre de 2021 en torno al pasaje bíblico de Lucas 5:4-5: “Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red”.

El dirigente de la Iglesia tenía preparadas cinco respuestas:

«Servimos al Señor sin poner condiciones”. Pedro no pidió ayuda primero, sino que se puso inmediatamente al servicio de Jesús. “Todos los hijos de Dios han sido llamados a servir al Señor”, “haciendo el bien al prójimo”, “comprometiéndose en su Obra” y “anunciando el Evangelio”.

“¡Jesús conoce nuestras necesidades y se ocupa de nosotros!”. Se ocupó de Pedro una vez cumplida su misión. “La gente es así: llaman a uno ‘¡Tienes que ayudarme!’ y en cuanto el otro no puede hacer nada por él, lo ‘desechan’”. Jesús, en cambio, “quiere darnos la salvación, quiere redimirnos. Pero también cuida de nosotros en nuestra vida cotidiana. Querido hermano, querida hermana, puedes acudir a Él y contarle todos tus deseos”.

Trabajamos conforme a la voluntad de Dios”. La ayuda del Señor no consistió en traerle peces a Pedro, sino decirle cómo trabajar para pescarlos. “Quien quiera ganarse la vida debe tomarse en serio la escuela, el estudio y el trabajo. Quien quiera ser feliz en la familia y en la amistad debe cultivar estas relaciones. Y esto también se aplica a la salvación del alma: “Tienes que hacer tu parte. Tienes que trabajar, tienes que luchar contra el mal, tienes que dejar de lado lo que no se adapta a Dios. Ese trabajo es tuyo, no lo hace el amado Dios”.

Confiamos en la palabra de Dios…”. Jesús bendijo el trabajo de Pedro porque hizo exactamente lo que se le pidió, aunque haya parecido extraño. “El Señor nos ha prometido que vendrá otra vez y tomará con Él a los suyos. ¿Cómo va a suceder eso?”. O “mira todo lo que está sucediendo en la Iglesia Nueva Apostólica. ¿Cómo puedes creer que esto es la Obra de Dios?”. Y, por último: “La gente nos dice: No deberías ser tan estricto con los mandamientos. Si siempre eres honesto, no llegarás a ninguna parte”. Pero “no, nosotros confiamos en el Señor y hacemos su voluntad, aunque vaya en contra de la razón y de la opinión de la mayoría”.

…y buscamos la comunión con Él”. Los pescadores habían quedado tan impresionados por el milagro de la abundante pesca que desde entonces lo más importante para ellos fue seguir al Señor. “Cuando servimos al Señor, experimentamos la ayuda de Dios en nuestra vida diaria. Y, de repente, el Dador se vuelve más importante para nosotros que lo que nos da en lo material. Entonces lo más importante es que estemos eternamente con el Señor y ya en la tierra siempre estemos muy cerca de Él”.

Proclamamos el Evangelio en palabras y obras”. Jesús hizo a Pedro pescador de hombres. “Echar la red significa que proclamamos el Evangelio, en palabras y obras. Por supuesto, el pensamiento viene: ‘Oh, es inútil, la gente ya no quiere saber nada de los Apóstoles’. Entonces piensa en Pedro: no había pescado nada, y el Señor le dijo: ‘Echa la red una vez más y funcionará’”.

El resumen del Apóstol Mayor: “Dios nos llama, debemos servirlo. Pero también se ocupa de nosotros. Para recibir su bendición y sus dones, debemos trabajar conforme a su voluntad. Confiamos en su palabra. Siempre buscamos la comunión con Él. Proclamemos el Evangelio. Y puedo garantizar que el Señor bendecirá tu esfuerzo”.

septiembre 22, 2021

Autor: Andreas Rother

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