Los cristianos nuevoapostólicos reaccionan ante la guerra en Ucrania con solidaridad y compasión. Todos los Apóstoles de Distrito europeos piden oraciones por las víctimas y por la paz. Mientras tanto, las organizaciones caritativas se preparan para entrar en acción.
“Es una necesidad para nosotros, orar por nuestros hermanos y hermanas en la fe”, expresa el Apóstol de Distrito Michael Ehrich. Su Iglesia regional Alemania del Sur tiene a su cargo en términos de organización y asistencia espiritual las 75 comunidades ucranianas con 4.500 miembros. El Apóstol responsable del país es Anatolij Budnyk de Lviv.
“La noticia de la guerra en Europa del Este nos ha conmocionado y compartimos el sufrimiento de esas personas”, escribe el Apóstol de Distrito Rainer Storck a las comunidades de Alemania del Oeste . “Mis pensamientos están con los afectados y también con nuestros hermanos y hermanas en la fe de esa región”.
Orar por todos los afectados
“Nos unimos a las personas afectadas por los acontecimientos bélicos y oramos para que la guerra llegue rápidamente a su fin”, formula el Apóstol de Distrito Rüdiger Krause (Alemania del Norte y del Este ) en su carta circular. “¡Oremos para que el corazón y los pensamientos de los responsables sean guiados a una dirección pacífica!”.
“Lo que está sucediendo es inconcebible, causa mucho sufrimiento y angustia, y lleva a una crisis humanitaria”, escribe el Apóstol de Distrito Jürg Zbinden (Suiza ) a los hermanos en la fe de su área de actividad. “Por favor, orad por nuestros hermanos y hermanas en la fe, por todas las personas afectadas, pero también por los que ocupan puestos de responsabilidad, para que a través de la sabiduría y la prudencia vuelvan la paz, la tranquilidad y la humanidad a la región”.
No solo ante la puerta
“Como cristianos que profesamos, simplemente forma parte de nuestra autocomprensión ver a nuestro prójimo precisamente en el ser humano que sufre, independientemente de que su destino ocurra cerca o lejos de nosotros”. Así lo subraya también el Apóstol de Distrito Wolfgang Nadolny (Berlín-Brandeburgo ), que regresa esta semana de un viaje a Rusia.
“Sin embargo, ante una guerra a nuestras puertas, no debemos olvidar que, desgraciadamente, en muchos países del mundo los conflictos armados determinan la vida cotidiana de las personas. A menudo no se informa de ello en nuestros medios de comunicación, basta con pensar en el continente africano”, dice el Apóstol de Distrito Ehrich. “Todos ellos están cerca de nosotros e intercedemos por todos ellos en la oración de corazón”.
Organizaciones de ayuda dispuestas a entrar en acción
“Interceder por las personas afectadas es importante. Pero podemos hacer más”, afirma el Apóstol de Distrito Zbinden. “Se avecina una crisis humanitaria de proporciones aún imprevisibles”. Cientos de miles de personas, principalmente mujeres y niños, han huido ya a los países vecinos y los expertos calculan que son varios millones los refugiados que han huido.
Mientras tanto, las organizaciones de ayuda nuevoapostólicas human aktiv , NAK-Humanitas y NAK-karitativ se preparan para prestar un apoyo activo. La situación local y en los países vecinos sigue siendo incierta, es el mensaje unánime. Se necesitará tiempo para coordinar la ayuda de forma específica. Las organizaciones están en contacto permanente entre sí y con los socios locales.
Contra toda forma de violencia
El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider aclaró por última vez en julio de 2017 en Lubumbashi (República Democrática del Congo) cuál es la posición de la Iglesia Nueva Apostólica acerca de los conflictos armados: “¡La Iglesia Nueva Apostólica rechaza toda forma de violencia! Esa es la posición de nuestra Iglesia, esa es mi posición como Apóstol Mayor, ¡y esa es también la posición del Evangelio!”.
Los participantes de ese Servicio Divino entendieron muy bien el mensaje. Tras el dominio colonial, la dictadura y las guerras civiles, en el este del país se libra desde hace décadas una guerra de bandas por las materias primas de las baterías, en la que las masacres y las violaciones masivas están a la orden del día.
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