Es el gran “qué” antes del “quién”: ¿qué es un ministerio, qué lo fundamenta, qué lo determina y qué lo finaliza? El resumen del resumen con enlaces para profundizar.
“La interpretación de ministerio, en un vistazo” es el título del artículo que puede leerse en el último número de la revista para los miembros “community” . Este artículo es un resumen del número especial de los Pensamientos Guías 2/2022 , publicado hace cuatro meses con el título “La interpretación nuevoapostólica de ministerio espiritual”.
Servir conforme a la naturaleza de Cristo
El punto de partida es la relación del término “servicio ”: Todo lo que los cristianos hacen para el anuncio del Evangelio o para el bien de la comunidad en la Iglesia de Cristo es un servicio. Los servicios de hablar u obrar en nombre de Dios requieren la autoridad de un ministerio.
La clave para la interpretación de ministerio –así como de Iglesia y Sacramento– es la doble naturaleza de Jesucristo como verdadero hombre y verdadero Dios. Este aspecto determina sobre todo cómo se relacionan el ministerio y la persona : conforman una unidad temporal entre ellos, que también compete a los dones personales y a la conducta en la vida.
Una cuestión de autoridad
El término “autoridad ” es decisivo para el ministerio: Jesucristo mismo instituyó el ministerio de Apóstol y lo revistió de poder a partir de su autoridad: para anunciar la palabra, administrar los Sacramentos, proclamar el perdón de los pecados, dispensar bendición y realizar ordenaciones. El apostolado, a su vez, transmite parte de su autoridad.
El resultado es el orden actual de los ministerios : Apóstol, Pastor y Diácono. Sus tres niveles ya se desarrollaron en el cristianismo primitivo y fueron objeto de varios cambios en el curso de la historia.
Un encargo con límites
Lo importante para la práctica es la interacción entre la autoridad ministerial y el encargo ministerial . La autoridad ministerial es la legitimación básica para obrar y hablar en nombre del trino Dios. El encargo define el marco espacial o temporal en el que puede ejercerse la autoridad.
Esto, a su vez, determina cómo comienza y finaliza un ministerio. El comienzo siempre es la ordenación como autoridad, santificación y bendición para el ministerio. Además de los niveles ministeriales, también hay funciones de conducción y otros servicios espirituales que se transmiten por medio de encargos o nombramientos.
A partir de estas respuestas a la pregunta básica “¿Qué es un ministerio?”, community publicará el año próximo la carta doctrinaria oficial sobre la pregunta “¿Quién puede ser portador de un ministerio?”.
Foto: Björn Renz