“Sint Barbara” recibe a hermanos y hermanas en la fe

Según la tradición, Bárbara de Nicomedia era una joven inteligente y hermosa. Hija del mercader pagano Dióscoro, se convirtió al cristianismo y fue bautizada. A su padre no le hizo mucha gracia y la amenazó. Según la leyenda, durante su huida se escondió en una peña, pero fue encontrada y ejecutada como mártir. Desde entonces es venerada como santa de los mineros en la Iglesia Católica Romana y en las Iglesias ortodoxas.

Iglesia de los mineros

¿Qué mejor que dar a la iglesia, construida en 1952 en un asentamiento minero, el nombre de esta santa patrona?

Ya en torno a 1900, florecía la industria minera en el sur de Limburgo (Países Bajos) y cada vez más mineros se trasladaban a la zona con sus familias. Las empresas mineras y las asociaciones de viviendas reconstruyeron barrios enteros. Hacia 1920 surgió el distrito minero de Kakert. Pero tuvieron que pasar unos 30 años antes de que se colocara la primera piedra de una iglesia propia. Hasta entonces, los oficios católicos se celebraban en una iglesia improvisada en una taberna que disponía de un salón de baile.

Bárbara de Nicomedia veló por los mineros, cada vez menos numerosos, durante cerca de un siglo. En 2019, finalmente quedó claro que la iglesia ya no era necesaria para los oficios católicos. Pero, ¿qué hacer con el edificio, que ahora está protegido?

Refugio para una nueva comunidad

Al mismo tiempo, seis comunidades nuevoapostólicas holandesas buscaban un lugar donde alojarse. Las comunidades de Brunssum, Heerlen, Kerkrade, Landgraaf, Sittard y Geleen también se habían vuelto cada vez más pequeñas y necesitaban fusionarse en una comunidad más grande. Pero para ello necesitaban una iglesia más grande.

La ciudad de Limburgo propuso a la Iglesia Nueva Apostólica la “Sint Barbarakerk”. El venerable edificio debía conservarse para la ciudad y su cultura. Con mucho cuidado, la estatua de roble de la patrona se sacó de la nave y fue trasladada a la entrada, donde ahora tiene una buena vista al distrito minero.

Grandes y pequeños cambios

También fueron cambiadas otras cosas en la antigua iglesia católica, ahora nuevoapostólica. La ciudad y la provincia de Limburgo apoyaron financieramente la renovación. Y todas las comunidades nuevoapostólicas de Países Bajos prescindieron durante dos años de cualquier obra de construcción para poder realizar el gran proyecto.

La iglesia, diseñada por Jan Jozef Fanchamps, tuvo que ser renovada porque había estado vacía durante algún tiempo, y también debía ser adaptada a las condiciones nuevoapostólicas. La nave rectangular original se dividió en dos mediante un muro entre el tercero y el cuarto tramo para crear una gran sala de recepción con cocina. Además, se construyó una sala de reuniones en el primer piso, arriba de la sala de recepción, y aulas para niños arriba de la antigua sacristía.

La nueva comunidad puede disfrutar de calefacción por piso radiante y nuevas instalaciones sanitarias. La nave se pintó de blanco y recibió nuevas ventanas, pero el vitral del coro se limitó a ser restaurado. Al igual que la figura de Santa Bárbara, se ha conservado la fuente bautismal, que sigue en su lugar original en la nave.

Abierta a todos

En un Servicio Divino festivo celebrado el 16 de enero, el Apóstol de Distrito Rainer Storck (Alemania del Oeste) consagró la iglesia recién renovada. Como lema para la nueva comunidad de Limburgo utilizó el pasaje bíblico de 1 Crónicas 28:20: “Dijo además David a Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate, y manos a la obra”. En el Servicio Divino, el Apóstol de Distrito se refirió al significado de la iglesia declarada monumento nacional para su entorno: “Deseo que sea una iglesia abierta, también para los que no son miembros”. Y este deseo ya se ha puesto en práctica: La capilla de María, que forma parte de la iglesia, está abierta todo el día para orar o simplemente para admirarla. Y la propia iglesia también se utilizará para reuniones de todo tipo.

La estatua de Bárbara de Nicomedia recibe a todos los visitantes con una sonrisa.