Destrucción, falta de vivienda, hambre. El ciclón “Freddy” no ha golpeado a ningún país con más fuerza que a Malawi. Las acciones de ayuda están en marcha, también por parte de organizaciones nuevoapostólicas. ¿Qué se necesita? El Apóstol de Distrito Kububa Soko visitó el país para averiguarlo.
Fue el ciclón de mayor duración jamás observado. Formado frente a las costas de Australia a fines de enero, el ciclón Freddy llegó al sudeste de África el 24 de febrero y se extendió hasta el 15 de marzo, principalmente sobre Madagascar, Malawi y Mozambique.
La tormenta tropical, con sus precipitaciones masivas, se cernió sobre el sur de Malawi. En las peores 48 horas cayó allí casi tanta lluvia como la que cae normalmente durante medio año. Las consecuencias fueron inundaciones y corrimientos de tierra que destruyeron pueblos, campos y pasturas. Los afectados son 14 distritos, casi la mitad del país.
Dependientes de la ayuda
Se conocen oficialmente unos 700 muertos. Se dan por desaparecidas a 500 personas. Semanas después de la catástrofe, hay pocas esperanzas de encontrar sobrevivientes. Unas 660.000 personas han perdido sus hogares y viven en campos de refugiados. Así lo informa la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA).
Más de 1,1 millones de los casi 20 millones de habitantes de Malawi dependen de la ayuda humanitaria. Las lluvias han inundado cientos de miles de hectáreas de tierras de cultivo, han matado a decenas de miles de animales y han destruido los medios de subsistencia de la población. Como en muchos lugares el suministro de agua dulce y las instalaciones sanitarias han quedado destruidos, ahora se teme una nueva epidemia de cólera.
A gran escala
Las operaciones de socorro y los programas de emergencia llevan mucho tiempo en marcha. Países vecinos como Zambia, Tanzania y Sudáfrica han enviado equipos de rescate y suministros de socorro, pero las rutas de transporte suelen estar dañadas y es difícil llegar a los necesitados.
Países de Europa y Norteamérica, así como las Naciones Unidas y el Banco Mundial, han aportado decenas de millones de dólares en ayuda. Sin embargo, la OCHA de la ONU calcula que se necesitan al menos 116 millones de dólares.
Sobre el terreno
Las organizaciones nuevoapostólicas NAK-karitativ (Alemania) y NACRO (Zambia/Malawi) se han unido a la falange de organizaciones de ayuda. Para ello se ha puesto en marcha una campaña de donaciones.
El dúo suministra productos de primera necesidad a unas 6.000 personas de los distritos de Blantyre y Phalombe. La distribución de alimentos, utensilios de higiene y mosquiteros en los refugios de emergencia se realiza en coordinación con otras organizaciones sobre el terreno.
Además, comunidades de Zambia, cuya Iglesia regional incluye Malawi, también participaron activamente. Donaron ante todo ropa, alimentos y medicinas. Así lo informó la administración de la Iglesia en respuesta a una consulta de nac.today.
El Apóstol de Distrito visita a los afectados
¿Cómo está la gente en esos lugares? ¿Y qué necesitan con más urgencia? El Apóstol de Distrito Kububa Soko quiso comprobarlo por sí mismo. Del 28 al 31 de marzo visitó primero la ciudad de Zomba en el distrito del mismo nombre y después Chilobwe en el distrito de Blantyre.
Allí se enteró de los edificios de iglesias destruidas. Pero sobre todo el Apóstol de Distrito habló con hermanos en la fe que habían perdido a seres queridos o su sustento en la catástrofe. Y pudo hacerse una idea de las acuciantes necesidades actuales.
Tras su regreso a la sede central de la Iglesia en Lusaka (Zambia) se iniciaron las donaciones correspondientes. Los envíos que el Apóstol de Distrito Soko tiene previsto acompañar de camino a Malawi el próximo martes consisten en alimentos, ropa, utensilios domésticos y mantas.