Casi 100.000 creyentes participaron del Servicio Divino, tanto localmente como a través de la transmisión. El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider se refirió a la situación actual y llamó a vencer el mal con el bien. Jesús marca el camino siendo el buen ejemplo.
“Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”. Esta palabra bíblica de Apocalipsis 3:21 fue la base del Servicio Divino celebrado por el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider el 16 de julio en la iglesia central de Kinshasa (RD Congo). “Jesús dice aquí a los creyentes que si quieren reinar con Él en el cielo, deben vencer así como Él venció”, dijo el Presidente internacional de la Iglesia al comenzar a explicar el tema del Servicio Divino.
Luchar contra la fuerza del mal
“¿Qué es el mal?”. El Apóstol Mayor Schneider aclaró esta pregunta al inicio de su prédica. “El mal no son las personas. No tenemos que luchar contra las personas y los malvados”, explicó. Más bien, es una fuerza contra la que hay que luchar. El Apóstol Mayor citó a Efesios 6:12 al respecto: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. “El mal es un espíritu, una fuerza que quiere separarnos de Dios”, explicó el Apóstol Mayor. Sus medios son la mentira, la codicia y la violencia. Los resultados: “Cada vez que los seres humanos caen en el mal y cometen pecados, se produce desorden social. Hay injusticia, desigualdad, hay violencia, odio y división”.
Jesús también se enfrentó al mal: “Ya entonces el mal había desplegado todo su abanico de posibilidades”, dijo el Apóstol Mayor, citando algunos ejemplos:
- Terror: “Israel estaba bajo el dominio del ejército romano y era un ejército extremadamente cruel y violento”.
- Corrupción: “Habían instalado un sistema totalmente corrupto de recaudación de tributos e impuestos”.
- Desigualdad: “Algunos eran muy ricos y muchos muy pobres”.
- División: “La sociedad judía estaba dividida entre judíos y samaritanos o entre fariseos y otros escribas”.
Jesús es el ejemplo
“Jesús mismo experimentó los efectos del mal”, informó el Apóstol Mayor. “Fue juzgado y condenado a muerte, a pesar de ser inocente”. Jesús tenía enemigos: los líderes religiosos, los mercaderes del templo, los hipócritas y muchos de los que estaban decepcionados porque Jesús no los había librado de los romanos.
“Pero Jesús no luchó contra ellos”, subrayó el Apóstol Mayor y continuó mostrando cómo reaccionó el Hijo de Dios ante el mal que había sobrevenido:
- “Guardó silencio y confió en Dios”.
- “Luchó contra el espíritu del mal creyendo en las palabras de su Padre”.
- “Se mantuvo firme en su amor a Dios”.
- “Se mantuvo firme en su amor al prójimo”.
Jesús comprende
Los hermanos y hermanas en la fe también padecen hoy al maligno, dijo el Apóstol Mayor:
- “Tenemos hermanos y hermanas que viven en países donde hay guerra, a veces desde hace décadas”.
- “Tenemos hermanos y hermanas en la fe que viven en sociedades injustas, que son pobres, que no tienen nada de nada”.
- “Internet está lleno de insultos y cosas indignas. Cuanto más grande es la mentira, más gente cree en ella. No hay respeto por el prójimo”.
“Mi mensaje de hoy es que Jesús te comprende”, fue el consuelo del Presidente de la Iglesia. “Él está a tu lado en tu sufrimiento. Él te comprende, te ama, te apoya”.
Con la ayuda de Jesús, vencer el mal
Pero Jesús exhortó a los cristianos: “Lucha contra el mal, así como hice yo”, recordó el Apóstol Mayor. “Seamos y sigamos siendo verdaderos discípulos de Jesucristo, pase lo que pase”. Para ello, tuvo algunos consejos para los hermanos y hermanas en la fe:
- “Cuando nos insulten, cuando se digan mentiras en Internet, en las redes sociales, hagamos como Jesús y guardemos silencio”. “No respondáis al mal con el mal. No respondáis a los insultos con insultos. No respondáis a las calumnias con calumnias. No respondáis a la violencia con violencia”.
- “Cumplimos los Diez Mandamientos”.
- “Respetamos las leyes del país”.
- “Respetamos a nuestro prójimo y respetamos la libertad de nuestro prójimo”. “El hecho de que las personas abandonen nuestra Iglesia no debe impedirnos amarlas”, subrayó el Apóstol Mayor refiriéndose a la situación actual.
Jesús dice a los creyentes de hoy: “Con mi ayuda puedes vencer el mal con el bien. Actúa como un verdadero cristiano, entonces reinaremos juntos”.