Un Servicio Divino con más de 7.000 participantes, un concierto con unos 2.000 intérpretes y un Día de la Iglesia que ocupa toda una ciudad. Estos grandes acontecimientos siguen teniendo repercusión, ya sea a pequeña o gran escala, o en forma de una melodía pegadiza.
La fe se hace concreta
Según Hebreos 11:1, ¿qué papel desempeña la fe en la superación de las adversidades mediante la oración? Los jóvenes respondieron a estas y otras preguntas similares en un cuestionario. Estuvieron reunidos el 20 de abril en el Centro de Desarrollo Juvenil Olympia en Lusaka (Zambia) para un evento juvenil de dos días. El Apóstol de Distrito Kububa Soko había invitado a los jóvenes de los distritos de Apóstol Lusaka Oeste, Este y Central. Y ese fue el punto culminante después de dos semanas de esfuerzos.
Basándose en el lema del año, el Catecismo y la Biblia, los jóvenes trabajaron el sábado elaborando el significado y la importancia de la oración. A continuación, pusieron a prueba sus conocimientos con cuestionarios. El programa también incluía talleres sobre otros temas espirituales y doctrinarios, como la importancia del Servicio Divino. El domingo, el Apóstol de Distrito Kububa Soko celebró el Servicio Divino con más de 7.000 jóvenes y el texto bíblico de Juan 15:9-11: “Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido”. Un momento especial del Servicio Divino fue cuando nueve parejas recibieron la bendición para su compromiso. Un coro de 400 jóvenes le puso el acompañamiento musical a la ceremonia.
Ya antes del Servicio Divino, los jóvenes habían preparado esos días con diversas acciones de amor al prójimo. Durante las dos semanas previas al evento, en las respectivas áreas de los Apóstoles los jóvenes limpiaron un total de diez centros de salud, pintaron hospitales, distribuyeron donativos en especie y alimentos a cárceles y a algunos hermanos en la fe seleccionados, y limpiaron las casas de algunos hermanos que ya no pueden hacerlo por sí mismos. Como se esperaba que hubiese menor concurrencia, la acción que siguió fue bautizada de antemano como “Caridad por 5.000 jóvenes”.
Por cierto, la respuesta a la pregunta del cuestionario es: la fe es la certeza que da esperanza y seguridad cuando se atraviesan dificultades mientras se ora.
El reino de los cielos está abierto a todos
Alrededor de 1.500 cantantes, 100 músicos, 15 solistas y un director de orquesta dieron a los más de 11.000 espectadores de dos conciertos la sensación de haberse acercado un poco más al reino de los cielos. Fue el mayor evento musical organizado por la Iglesia Nueva Apostólica Alemania del Norte y del Este desde el oratorio pop “Yo soy”.
Algún tiempo después de “Yo soy”, el Apóstol de Distrito Rüdiger Krause se dirigió al director de orquesta Gerrit Junge, que también es el director del departamento de música de la Iglesia regional, y le pidió que organizara otro evento de este tipo. Con la vaga idea de hacer algo sobre las Bienaventuranzas, él y el compositor Sigi Hänger se encerraron primero a pensar con tranquilidad. Junto con el compositor Christoph Oellig y el director Benjamin Stoll, crearon una historia sobre el privilegiado Marc, que se queda involuntaria y temporalmente sin hogar y tiene que pasar la vida en la calle. Marc llega a conocer a algunas personas sin hogar, su libertad y la dureza de su vida, y aprende que los milagros de Dios van más allá de la muerte y que el reino de los cielos también está abierto para él. Después de muchos ensayos regionales y un gran ensayo general, los músicos pudieron traer a la actualidad las palabras de Jesús de Mateo 5:3-11 el 20 de abril en Hamburgo y el 27 de abril en Erfurt (ambas ciudades de Alemania). Lo hicieron con diversos géneros musicales, desde el rap al pop, pasando por la música clásica.
Aunque el proyecto se originó en la Iglesia Nueva Apostólica, es ecuménico. No solo porque en el equipo de planificación más estrecho están representadas tres confesiones. La Comunidad de Trabajo de las Iglesias Cristianas de Alemania (ACK) también apoyó el oratorio pop desde el principio. No todos los integrantes del coro son miembros de la Iglesia Nueva Apostólica. “Eso también es muy importante para mí”, dice Gerrit Junge, “porque no es un mensaje de la Iglesia Nueva Apostólica el que queremos llevar al mundo, sino un mensaje cristiano y sobre todo orientado a los valores”.
Con mucha música, pero también con una historia conmovedora y el apoyo de muchos colaboradores, las Bienaventuranzas de casi 2000 años de antigüedad fueron traídas a la actualidad.
Venid a Karlsruhe
La fe se apoderó de Karlsruhe (Alemania). Los colores azul, naranja, rosa, turquesa, morado, verde y violeta se pudieron ver por todas partes en Karlsruhe durante el fin de semana de Ascensión. Los colores que también se reflejaban en el logotipo con la cruz y en los pañuelos que los participantes del Día de la Iglesia recibían en el pack de bienvenida, entre otras cosas. Así, mientras se caminaba hacia los distintos eventos, siempre se tenía la sensación de no estar solo.
El lema del Día de la Iglesia de Alemania del Sur fue “Venid” (“Kommet her”), y con más de 100 eventos y entrada gratuita al zoológico y a los museos de la ciudad, había mucho que vivir durante los cuatro días. En numerosos lugares de Karlsruhe se organizaron conciertos, mesas redondas, conferencias y stands. Como resultado, la gente no solo entró en contacto con hermanos y hermanas, principalmente de Alemania del Sur, y de otras Iglesias regionales, sino también con otras partes interesadas. El ecumenismo no solo fue el centro de grandes mesas redondas con representantes de la ACK o del padre Anselm Grün, también se podía visitar el stand de la ACK en la plaza del mercado y entablar un diálogo ecuménico a menor escala. O hacer cola para comprar una golosina de la ACK. En el Jardín de las Religiones incluso se pudo entablar un diálogo interconfesional.
El Apóstol de Distrito Michael Ehrich celebró el Servicio Divino de cierre con un pasaje bíblico de Salmos 66:5: «Venid, y ved las obras de Dios”. Las buenas obras de Dios son la creación y el envío de su Hijo, cuyas buenas obras son un ejemplo para los creyentes: alzar la mirada a Dios, hacer su voluntad y servir con humildad.
El Día de la Iglesia finalizó con una invitación a todos los participantes: “Id” a transmitir la alegría y a contagiar a los demás. A menor escala, esto consistió, por ejemplo, en un sticker en la plaza del mercado cerca del escenario, donde varias bandas, coros y orquestas habían impresionado a muchos visitantes durante el fin de semana: “Genial que hayas venido, pero ¿visitaste alguna vez un Servicio Divino en la Iglesia Nueva Apostólica?”.