Hablaba el idioma de la fe y el de muchas personas en Filipinas. El Apóstol Virgil Fuentes falleció hoy hace diez años. Una de sus buenas obras para la Iglesia fue la traducción del Catecismo.
Filipinas es un país formado por 7.641 islas. A menudo ocurre que para ir de A hasta B hay que embarcarse. Cuando un ministro filipino y un turista suizo se conocieron en un barco de este tipo, de Tagbilaran a Cebú, en 1977, todo cambió para el ministro y la Iglesia de Filipinas.
Encuentro entre un ministro y un turista
Virgil Fuentes se hizo pastor de una Iglesia Protestante tras terminar sus estudios en Misamis Occidental (Filipinas), donde nació el 25 de mayo de 1941. Su madre era profesora, su padre empresario y Virgil Fuentes tenía cinco hermanos menores. Más tarde describió su infancia como protegida: “Gracias a que trabajaron duro, mis padres pudieron darnos una infancia realmente buena y mantenernos a salvo y bien protegidos durante los terribles tiempos de la guerra”. En 1964, Virgil Fuentes se casó con su esposa Perla y tuvieron cuatro hijos y una hija.
El pastor capacitado conoció en 1977 al turista suizo en el barco mencionado, quien le habló de la Iglesia Nueva Apostólica. Virgil Fuentes escribió más tarde al respecto: “Me había picado la curiosidad y quería saber más sobre esta enseñanza. Lo que me cautivó especialmente fue la información de que había nuevamente activos Apóstoles vivientes”.
La misión se pone en marcha
La Iglesia Nueva Apostólica apenas estaba surgiendo en Filipinas. El Apóstol de Distrito Michael Kraus había enviado para ello a jóvenes como Herbert Pache y el entonces Pastor Urs Hebeisen a la nación isleña. Virgil Fuentes acompañó al joven Pastor, que aún no estaba familiarizado con las circunstancias y el idioma filipinos, en sus viajes por todo el país, a pesar de que en aquel entonces nunca se había encontrado con un Apóstol.
“Como pastor capacitado pudo entender y apoyar rápidamente la misión de la Iglesia Nueva Apostólica”, dice el más tarde Apóstol de Distrito Urs Hebeisen. En 1979 llegó finalmente un Apóstol al país en la persona de Erwin Wagner. El 5 de diciembre, más de 100 creyentes recibieron el Espíritu Santo, entre ellos Virgil Fuentes y toda su familia. Un día después, el Apóstol lo ordenó en el ministerio de Pastor. Por supuesto, esto le costó a Virgil Fuentes su puesto de trabajo. Pero el Apóstol de Distrito en descanso Urs Hebeisen dice: “Los hermanos que se comprometieron con nuestra Iglesia Nueva Apostólica y trabajaron para ella recibieron pequeños beneficios”.
Orar funciona: experiencias de un varón de Dios
Virgil Fuentes tuvo algunas dificultades y discusiones con miembros de su antigua comunidad religiosa. “Doy gracias a Dios de que estos días problemáticos son cosa del pasado”, escribió más tarde en un artículo para la revista Nuestra Familia. “Los espíritus extraños que habían encontrado un lugar en los corazones de mis perseguidores fueron expulsados con la ayuda de las oraciones”.
A menudo viajaba de isla en isla a pie o en sencillos botes y así tuvo sus propias experiencias: “Mientras estábamos viajando por el mar, se acumulaban nubes de lluvia oscuras y amenazadoras, y se hacía una oscuridad absoluta a nuestro alrededor. Suspiré en silencio y pedí a Dios que nos protegiera en esos peligros. Entonces, de repente, milagrosamente, las nubes oscuras se separaron, el sol se abrió paso y un fuerte viento apartó las nubes de tormenta”.
Las nubes de preocupación por su conversión también se disiparon. Incluso pudo establecer una buena relación de trabajo con otras comunidades religiosas: “Como pastor evangélico, naturalmente conocía a mucha gente y también nos puso en contacto con sus colegas”, dice el Apóstol de Distrito en descanso Hebeisen. “Esto dio lugar a muchos contactos que hoy llamaríamos ecuménicos”.
A través del idioma llegar a las personas
En 1986 Virgil Fuentes fue invitado a un Servicio Divino del Apóstol Mayor en el extranjero. El 8 de junio fue ordenado en Kitchener (Canadá) por el Apóstol Mayor Hans Urwyler como primer Apóstol en las Bisayas (Filipinas).
“Su excelente dominio del inglés lo hizo insustituible para el trabajo de traducción tanto en el altar como en nuestras publicaciones”, informa el Apóstol de Distrito Hebeisen. “El idioma es la clave para llegar a las personas, eso era Virgil Fuentes”. Su lengua materna era el cebuano, uno de los idiomas más hablados en Filipinas. Lo hablan unos 18 millones de personas. El Apóstol Virgil Fuentes tardó alrededor de un año en traducir el Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica a esta lengua.
Su trabajo tiene repercusión
En Manila (Filipinas), el Apóstol Mayor Wilhelm Leber colocó en descanso a su fiel colaborador el 12 de febrero de 2006. Falleció el 7 de junio de 2014, mientras muchos cristianos nuevoapostólicos estaban reunidos en Múnich (Alemania) para celebrar la Día Internacional de la Iglesia. Su estrecho colaborador desde el principio, el Apóstol de Distrito Hebeisen, se enteró de su muerte en este evento. “La primera reacción en nuestra delegación filipina en Múnich fue: Ahora está aquí con nosotros”, dice. Solo puede decir palabras de elogio sobre el Apóstol: “Trabajé con él durante muchos años y edifiqué junto a él la Obra de Dios en Bohol y las Bisayas. Su último gran proyecto fue la traducción del Catecismo, su pasión la música. Recordamos con gratitud todas las obras que realizó este varón de Dios”.