Zúrich/Bruselas. Desde principios de septiembre, la comunidad nuevo apostólica en la capital belga es el propietario orgulloso de una nueva iglesia. El Apóstol de Distrito Bernd Koberstein consagró la nueva casa de Dios en la Avenue Franz Guillaume 80 y se alegró por el día festivo junto a 250 participantes del servicio divino.
La base de su prédica fue el Salmo 122: «Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos… Pedid por la paz de Jerusalén; Sean prosperados los que te aman. Sea la paz dentro de tus muros, y el descanso dentro de tus palacios.»
¿Un nuevo edificio en los tiempos que corren? La mudanza se hizo necesaria debido al incremento paulatino de los miembros, sobre todo de los niños, ¡en este momento ya es el grupo de edad con mayor representación de la comunidad! Al final, cada vez más miembros de la comunidad se vieron obligados a pasar a los espacios colindantes así como a las escaleras durante los servicios divinos. Apenas fue posible llevar a cabo dar clases de enseñanza o cuidar a los niños. Finalmente se eligió y se renovó una antigua fábrica. Los gastos de adquisición y renovación ascendieron a unos 2,6 millones de euros. Se trata de una inversión muy por encima de la media en esta iglesia regional, pero en cualquier caso inevitable dados los elevados precios inmobiliarios de la capital de Europa. Para poder hacer frente a estos gastos de pondrá en venta el antiguo local. Al margen de ello, un apartamento forma parte de la nueva casa de Dios, con el que se generarán nuevos ingresos.
Un fuerte compromiso con la comunidad
La construcción de la iglesia corresponde con las expectativas de una vida atractiva en la comunidad para todos los miembros, sobre todo de los niños, jóvenes y mayores. La nave de la iglesia tiene una naturaleza eclesiástica y al mismo tiempo de una vivienda. La acústica se adapta perfectamente al coro o a la música instrumental. Desde una habitación de al lado, 30 adultos y niños pequeños pueden participar del servicio divino a través de una ventana. Además, el edificio está provisto de varias salas de reunión y enseñanza, cabinas de traducción y de una cocina.
Una comunidad internacional
La comunidad nuevo apostólica de Bruselas es muy internacional. Sus miembros provienen de Bélgica, de otros países de Europa y de África. Por tanto, todos los servicios divinos se traducen de manera consecutiva o simultánea. Hay cuatro idiomas que nunca faltan: francés, neerlandés, alemán e inglés. El que visita la comunidad de Bruselas siente que todos los miembros pertenecen los unos a los otros, independientemente de sus orígenes. Es llamativo como se trabaja juntos en armonía. La comunidad mira hacia el futuro con confianza. Hay muchos niños y muchos miembros activos, que contribuyen alegremente a la vida en comunión.
La Iglesia Nueva Apostólica en Bélgica dispone de una propia página web: www.nak.be