Lo que pasa cuando los tifones con gran velocidad del viento chocan con la tierra, es muy conocido. ¿Pero qué viene después? ¿Qué sucede cuando la tormenta cesa dejando atrás una brecha de devastación? Se lo consultamos a Marlene Datario, nuestra corresponsal en Asia del Sudeste. Ella es colaboradora en la obra de ayuda NACSEA-Relief de la Iglesia Nueva Apostólica en Asia del Sudeste.
Acción en Calaitan – el edificio de la Iglesia Nueva Apostólica en la pequeña ciudad filipina estaba hundido dos metros en el fango. Al producirse un deslizamiento en la ladera de una montaña cercana, el lodo cayó sobre la iglesia.
31 de enero – 30 hombres se encuentran en la comunidad de Calaitan. Calaitan es un pequeño pueblo en la isla de Mindanao ubicada en el archipiélago de las Filipinas. Algunas de las islas de esa zona fueron afectadas gravemente por el tifón Seniang. Las fuertes lluvias y las olas de hasta cuatro metros de altura produjeron daños adicionales. En las laderas de las montañas hubo numerosos deslizamientos. Estos son muy peligrosos para las personas y las viviendas asentadas en el valle. La Iglesia Nueva Apostólica de Calaitan también se vio afectada. El edificio está cubierto de fango hasta dos metros de altura; hay mucho olor a tierra húmeda. Numerosos miembros de la comunidad ponen manos a la obra, se reúnen para una gran acción tendiente a volver a poner todo en orden, al frente de todos está en Anciano de Distrito Siarot.
El altar vuelve a su lugar.
Chris Requilme de la organización de ayuda de la Iglesia Nueva Apostólica dio la bienvenida temprano por la mañana a los muchos voluntarios. Primero hay que sacar el fango del edificio, después limpiar las paredes y los techos, también el mobiliario. Poco antes del amanecer logran terminar el trabajo. Se pueden volver a acomodar las sillas y los bancos, el altar vuelve a su lugar. El domingo siguiente, la iglesia puede volver a ser utilizada para el Servicio Divino. A pesar de que todavía espera mucho trabajo – todo el entorno tiene que ser liberado del fango – todos están felices de que se puede volver a oficiar el Servicio Divino.
Apoyo de NAK-Humanitas
Mientras tanto Marlene Datario informa que están en curso los trabajos de reconstrucción después del tifón Yolanda. El Apóstol de Distrito competente de esa parte del mundo, Urs Hebeisen, visitó el 6 y 7 de febrero algunos proyectos que se realizaron con el apoyo de NAK-Humanitas, la obra caritativa de la Iglesia Nueva Apostólica Suiza. En Barangay, un barrio de San José/Tacloban, se reunió con el intendente Michael de Veyra. El Apóstol de Distrito se convenció de que el dinero donado por Suiza fue aplicado al destino prometido. En esa zona se necesitaba reparar un centro de salud y el equipamiento médico. El alcalde explicó que ya no podría construirse sobre la línea directa de la costa y que esta ahora era un área protegida. Estudios científicos comprobaron que la reforestación de los bosques de mangles constituye la mejor protección contra las mareas y los tsunamis. Además, el gobierno filipino hará en el futuro más inversiones en ecoturismo y medidas preventivas.
Otro gran proyecto de la Iglesia en esa región es la reconstrucción del edificio de la Iglesia Nueva Apostólica en San José. Fue dañado gravemente por el tifón Yolanda. Olas de dos metros de altura impactaron contra el edificio. Como esta iglesia es el único edificio de dos pisos que hay en el lugar, muchas personas se habían refugiado allí sobreviviendo a las grandes masas de agua en el 2º piso: la iglesia como el lugar en el que estuvieron a salvo – una hermosa imagen.
En Ormoc City surgió con ayuda de Humanitas de Suiza un ambicioso proyecto de viviendas. Fueron terminadas 31 unidades habitacionales. Se las construyó para resistir a los embates de las tormentas y del clima. El Apóstol de Distrito Hebeisen, en ocasión de una visita, aprovechó la oportunidad para decir unas palabras sobre el lema del año: «alegría en Cristo». Es un parámetro para todos, no sólo en tiempos de dicha en los que el sol brilla. Mirándolo así, este lema adquiere una característica completamente diferente en esta parte de la tierra.
En Visares se logró volver a resconstruir una capilla de un barrio que estaba totalmente destruida. Los habitantes del lugar se alegraron mucho, como expresó el intendente local Bienvinido Ganalon. Otras 25 viviendas fueron reparadas con dinero de la Iglesia, pudiendo volver a ser habitadas. Incluso el centro de reuniones comunal fue reconstruido. Aquí los niños del barrio pueden concurrir de día al jardín de infantes.
Palabra clave: Tormentas tropicales en las Filipinas
Los tifones no son raros en las Filipinas. Estos tornados tropicales azotan en especial a Asia del Este y del Sudeste, así como la zona noroeste del Pacífico. Provocan áreas de muy baja presión. Provocan graves daños por la gran velocidad del viento y las precipitaciones muy fuertes. Pueden conducir a inundaciones y deslizamientos en las laderas de las montañas. Las Filipinas con sus más de 7.000 islas son azotadas una y otra vez. Los tifones se presentan en las Filipinas durante todo el año: en el norte y el este del archipiélago son muy frecuentes de julio a septiembre. Hay tormentas con una velocidad del viento que alcanza a 300 kilómetros por hora. También en los otros grupos de islas hay mucha probabilidad de que se produzcan fuertes tormentas tropicales con en parte fuertes precipitaciones.