Vastedad infinita, Primera Nación, cree e iroqueses: bienvenidos a Canadá
Es muy posible que la mostaza de nuestro pancho haya sido plantada en la provincia de Saskatchewan. La pradera de Canadá recibe al máximo dirigente internacional de la Iglesia el 12 de marzo de 2017.
Saskatchewan: este nombre suena a aventura y a naturaleza incomparable. Paisajes grandiosos, cuyas fotos se pueden admirar en folletos y almanaques, muchos bosques y unos 100.000 lagos. Lo mejor de Canadá. Se le agregan todavía sus enormes dimensiones: tan sólo esta provincia es más grande que Francia y Suiza juntas. Aquí, en el medio de Canadá, está el granero del país. Campos de trigo gigantes, hasta donde llega la vista. Aquí también está la patria de la Primera Nación («First Nation»), los pobladores originarios, ante todo los aborígenes cree. Los blancos de Europa llegaron recién a comienzos del siglo XVIII. La construcción del ferrocarril, el Canadian Pacific Railway, comienza a partir de 1880. Por eso no asombra que Saskatchewan exista como provincia recién desde 1905, con Regina como capital. Aquí en 1954 también se fundó la primera comunidad nuevoapostólica de esta región del país.
Saskatchewan significa traducido «río que corre rápido». A pesar de sus grandes dimensiones de 650.000 km² tiene casi tan poca densidad de población como el Tíbet, estadísticamente 1,6 habitantes por km². Más del 13 por ciento de sus habitantes son aborígenes. Una universidad propia, la First Nations University of Canada, está ubicada en Regina. Saskatoon, con más de 200.000 habitantes, es la ciudad más grande y el punto central del transporte de Saskatchewan. Aquí hay de todo lo que se puede esperar de una ciudad. En medio de la pradera son ante todo calles y aeropuerto. El 12 de marzo, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider celebrará el Servicio Divino en el salón de un hotel. Desde aquí estarán conectadas entonces 81 comunidades en todo el país por satélite o Internet, de modo que Saskatoon también será el centro del país en sentido figurado.
150 años Canadá
El Director internacional de la Iglesia también tendrá la oportunidad de reunirse con algunos representantes de los pueblos indígenas. Se hablará sobre amistad y paz y a continuación, en un refrigerio, se promoverá la comunión, así se anuncia. Al fin y al cabo, este año Canadá festeja su 150º aniversario. Y la paz entre las numerosas diferentes nacionalidades siempre fue un tema en Canadá. Ya que el ministerio de Apóstol se entiende como el ministerio de la reconciliación, el Apóstol Mayor Schneider quiere contribuir con su acento a un jubileo nacional lleno de paz. El Apóstol de Distrito Mark Woll y el Ayudante Apóstol de Distrito Frank Dzur –el Apóstol responsable de la provincia de Saskatchewan– también participarán del encuentro.
Sigue el viaje al corazón francófono
Después de Saskatoon, el Apóstol Mayor sigue el viaje a la provincia de Québec, donde late el corazón francés de Canadá. «Kebec» proviene de la lengua algonquin y significa «donde el río se hace más angosto». 39 pueblos indígenas de la Primera Nación viven aquí, ante todo iroqueses y cree. Montreal es la ciudad más grande de la provincia, pero no la capital. Esta se llama igual que la provincia, Québec. Y precisamente aquí la máxima autoridad de la Iglesia celebrará un Servicio Divino, que los miembros de la comunidad esperan con mucha alegría.
La comunidad nuevoapostólica de Québec tiene una impronta africana. Un pionero de la primera hora, el Anciano de Distrito Don Jess, ya en descanso ministerial, dice: «Algunos emigrantes africanos eran nuevoapostólicos. Provenían del Congo, entonces todavía Zaire. Se mudaron a esa parte del país porque ya hablaban el francés y no tenían que aprender el inglés». Y por ese motivo, uno de los acompañantes del Apóstol Mayor también es un congoleño: el Apóstol de Distrito Tshitshi Tshisekedi.