«Viena siempre Viena» (Johann Schrammel, 1886), una cita que casi todos habrán escuchado alguna vez. Alrededor de un cuarto de todos los austríacos vive en su capital y aún más turistas la visitan cada año. ¿Qué hace que esta ciudad sea tan atractiva?
Viena, el centro de la monarquía real imperial: el emperador Francisco José «y su encantadora Elisabeth (también conocida por su apodo ‘Sisí’)». Viena, una gran urbe moderna en el medio de Europa con personas modernas en un país moderno. Viena tiene todo lo que necesita una ciudad cosmopolita. Fue y es la capital del Imperio, ciudad residencial, capital, sede de más de 30 organizaciones internacionales, como la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) o la OSCE (Organización para Seguridad y Cooperación en Europa).
Viena es una ciudad llena de recuerdos. En medio de la Primera Guerra Mundial fue la quinta ciudad más grande del mundo con dos millones de habitantes. Hoy llegan a ella cada año cinco millones de personas de todo el mundo para deleitarse con las numerosas atracciones que ofrece: el palacio imperial de Hofburg, el castillo de Schönbrunn, la Escuela Española de Equitación, todas herencias de la época imperial. El parque Prater, el río Danubio, los bosques de Viena, la catedral de San Esteban, paisajes y arquitectura de lo mejor. Teatros, museos, cocina vienesa, los Alpes y mucho más.
Viena, una capital de la cultura
El que viaja a Viena por su cultura, queda satisfecho. Aunque algunas cosas recuerden tiempos viejos y mejores. Aquí vivieron y enseñaron muchos grandes como Haydn, Mozart, Beethoven, Schubert. Aquí se hizo política a lo grande: en 1804 Austria se convirtió en Imperio, el Congreso Vienés terminó con la vieja Europa. La era moderna tampoco empobreció a Viena: Johann Strauss, Gustav Mahler, Arnold Schönberg, Sigmund Freud dieron vida a los cafés con sus ideas. Los Niños Cantores de Viena son famosos en todo el mundo, la Ópera Estatal de Viena también. Incluso el escalope vienés se come en todas partes del mundo. Viena es próspera, cara y vale la pena vivirla, todo junto.
Principalmente católica
Existen en Viena muchas congregaciones religiosas, la más grande es la católica. Toda Austria es un país muy católico. Alrededor del 70 por ciento de la población es católico. Los evangélicos, en cambio, –los reformados y luteranos– son pocos, igual que los ortodoxos y otros. Recién después de la Primera Guerra Mundial, cuando Austria se convirtió en república, fue posible fundar oficialmente las diferentes Iglesias. En Austria también hay cristianos nuevoapostólicos, son unos 5.000 en 50 comunidades. Los antecede el Apóstol de Distrito Markus Fehlbaum de Suiza. El Apóstol competente para la República de los Alpes es Philipp Burren, el Obispo que lo secunda es el austríaco Peter Jeram.
Servicio Divino en la Casa de Conciertos de Viena
Las entradas para el concierto y el Servicio Divino festivo en ocasión de la fiesta de Pentecostés 2017 ya están agotadas; todas fueron entregadas. Al igual que a otras partes del mundo, el Servicio Divino de la máxima autoridad de la Iglesia Nueva Apostólica, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider, será transmitido vía satélite a las comunidades, así también a la comunidad Landstrasse en Viena.
Colocar señales para el Evangelio
El año pasado, las comunidades nuevoapostólicas celebraron la fiesta de Pentecostés en Fráncfort. El Apóstol Mayor Schneider exhortó a sus hermanos en la fe a dejar señales de la fe cristiana: «Coloquemos señales», fue su llamamiento. En definitiva, existe una forma pública de confesión: la participación en el Servicio Divino y allí ante todo en la Santa Cena. «Si quieres confesar que Jesucristo es el camino, el Ayudador y el desenlace, celebremos la Santa Cena”.
Foto: Henryk Sadura