«¿Dónde quieres pasar la eternidad?». Así decía una pizarra con la que comienza la historia de la Iglesia Nueva Apostólica en Austria. Una retrospectiva al país en el que tendrá lugar el encuentro de Pentecostés 2017.
El cartel estaba en el negocio del comerciante Josef Hallawitsch. Había sido enviado como Diácono a Viena en 1885 por el Apóstol Friedrich Krebs. Y con la pregunta referida a la eternidad procuraba entrar en diálogo con las personas. A pesar de que temporariamente tuvo el refuerzo de dos Pastores que habían sido enviados allí, sus esfuerzos no llegaron más allá de comunidades que se reunieron en comedores de viviendas particulares.
Esto cambió con las condiciones posteriores a la Primera Guerra Mundial, cuando el Imperio católico de la República dejó el poder: «Todos los habitantes de Austria tienen el derecho de practicar libremente toda clase de fe, religión o confesión», decía la constitución que introdujo por primera vez la libertad general de culto.
La República generó impulsos
Ahora Martin Trinks podía comenzar: el Evangelista ya se había mudado en 1914 de Dresde, Alemania a Viena. Pero por su fe, el maestro no podía ejercer su profesión y había abierto un negocio de ramos generales. Con la nueva libertad de culto, Martin Trinks no sólo encontró profesionalmente nuevas oportunidades en la escuela privada Dr. Pusch.
En el quinto piso de la escuela, el Evangelista de allí en más pudo realizar los Servicios Divinos que hasta ese momento habían tenido lugar en su vivienda. Con gran celo se dedicaba a la causa: predicaba, ejecutaba el armonio e invitaba diligentemente a los Servicios Divinos. Así el Apóstol August Hölzel en 1922 pudo sellar las primeras almas de Austria.
De distrito de Anciano a distrito de Apóstol
Hasta 1936 el crecimiento de la Iglesia en Austria había prosperado tanto que pudo organizarse un distrito de Anciano propio. Recibió el ministerio de Anciano de Distrito Robert Gresli, quien cinco años antes había sido enviado por el Apóstol Mayor Johann Gottfried Bischoff de Offenbach del Meno (Alemania) a Austria.
Con Gresli, cuando todavía era Primer Pastor, había en el altar un joven Diácono: Max Gurtner, con el cual el país 19 años más tarde recibió a su primer Apóstol propio. Antes los miembros de la Iglesia eran atendidos ante todo por Apóstoles de Suiza, como volvió a suceder años más tarde. Hasta su fallecimiento en el año 1972, al Apóstol Gurtner también le fueron confiadas áreas de actividad en Italia, Hungría, los Balcanes y Polonia.
Con derechos y obligaciones especiales
Desde 1975 la Iglesia Nueva Apostólica se cuenta entre la Iglesias reconocidas legalmente en Austria, de lo que forma parte el derecho a dictar clases de religión en la escuela pública, así como una protección especial: en el país puede ser sancionada la difamación de las doctrinas religiosas de estas congregaciones religiosas.
Hoy el Apóstol Philipp Buren (Suiza) junto con el Obispo Peter Jeram (Austria) atienden junto a unos 250 portadores de ministerio a más de 5.000 hermanos en la fe en las 50 comunidades. El Presidente de la Iglesia es, sin embargo, el Apóstol e.d. Rudolf Kainz. Él es quien representa a la Iglesia Nueva Apostólica Austria frente a las demás Iglesias y congregaciones religiosas, así como frente a los órganos estatales.