El sol sale en este día como siempre. Muchas personas desayunan, muchas no. Y no se necesita mucho para asistir a otras personas que están pasando por momentos difíciles. Hoy es el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria.
En 2008 las Naciones Unidas (NU) introdujeron este día internacional de conmemoración. De hecho, hace mucho que las personas deberían estar mejor en este mundo. Si la distribución fuese más equitativa o si el deseo de paz fuese mayor o si los deseos de posesión de unos pocos se redujeran. También las catástrofes naturales azotan a las personas, así como muchas terribles desgracias.
Por eso, una parte de la humanidad sigue necesitando ayuda material y asistencia humanitaria. Las NU estiman que la cantidad de los que dependen de la ayuda de emergencia es de 100 millones de personas. Sin embargo, la asistencia humanitaria no es una asistencia para el desarrollo. Sí es una ayuda que se brinda con urgencia en casos graves. Aquí el centro es el ser humano.
Alimentos para Sudán del Sur
«Acción contra el hambre» se llama un programa emprendido conjuntamente por la Obra Misionera de la Iglesia Nueva Apostólica Alemania del Sur y «NAK-karitativ», la obra caritativa de algunas otras Iglesias regionales de Alemania. Su objetivo es ayudar por el hambre en Sudán del Sur.
Allí y en las regiones limítrofes de África hay momentáneamente una catástrofe de hambre como nunca antes se vio en el mundo. Cientos de miles de personas están sufriendo, entre ellas muchísimos niños. Como informa NAK-karitativ, en mayo de 2017 se volvieron a abastecer alimentos a 559 familias, es decir a más de 2.000 personas. Cada familia recibió 10 kilogramos de harina de maíz, 5 kilogramos de porotos y 1,5 litros de aceite por miembro familiar. Con esta ración, las familias se podrían alimentar al menos durante un mes, dice el informe.
Aunque la distribución de paquetes de ayuda de emergencia no resuelve en forma perdurable el desabastecimiento, brinda a las personas algo de fuerza para un determinado lapso de tiempo. «Para los niños, comer significa paz. Cuando un niño come y no tiene hambre, puede jugar con otros niños», cita el Apóstol Morris de Sudán del Sur.
Containers en camino a Surinam
Dos containers de 40 pies con provisiones humanitarias de emergencia se hallan en camino a Surinam. A Stichting Corantijn de la Iglesia Nueva Apostólica de los Países Bajos le gustaría llenar otro container, pero sólo los costos de transporte ascienden a 4.400 euros. Surinam, el estado más pequeño de Sudamérica, necesita asistencia: alto analfabetismo, alta mortalidad por HIV, alta tasa de inflación, alto desempleo. Por otro lado, los sueldos son bajos, los conceptos de seguridad malos, las chances de educación pocas. El que ayuda aquí, con poco logra mucho.
Asistencia para refugiados en Europa
Algunos países europeos también necesitan asistencia humanitaria. Por ejemplo, la Iglesia brinda apoyo en lo que respecta a viviendas para refugiados en Grecia; lo hace a través de su obra caritativa alemana: NAK-karitativ. Acaba de abrirse una así llamada «casa mosaico». Los refugiados especialmente necesitados, como ser mujeres que viajan solas con sus hijos, reciben en ellas un alojamiento digno y apoyo específico. La mayoría de los alrededor de 60.000 refugiados, que llegaron a Grecia por la ruta de los Balcanes durante el cierre de las fronteras y posteriormente, sigue viviendo en alojamientos de emergencia. Según su localización, son campamentos, anteriores edificios militares o containers.
En acción de múltiples maneras
Esta es sólo una pequeña síntesis de las actividades de la Iglesia Nueva Apostólica. Entre sus obras caritativas se cuentan:
- NAK-humanitas (Suiza)
- Obra Misionera (Alemania del Sur)
- NAK-karitativ (Alemania)
- Stichting Corantijn (Países Bajos)
- NAC SEA Relief Fund (Asia del Sudeste)
- NACRO (Zambia, Malawi, Zimbabwe)
- Kumea (África del Este)
- NAK-Diakonia (Suiza/Austria)
- re Charitable Ministry (EE.UU.)
- NAC Foreign Extension (Canadá)
- NACare (Australia)
Humanitarismo, solidaridad y amor al prójimo
La asistencia humanitaria ayuda a los seres humanos. El día de conmemoración nos recuerda nuestro humanitarismo, la solidaridad con el más débil, el amor cristiano al prójimo válido para todos. Nos recuerda las muchas víctimas. Y nos recuerda a los muchos asistentes que trabajan con gran compromiso en que a otras personas les vaya mejor.
Foto: Thomas Mukoya / Reuters