Las mejores perspectivas, siempre nuevas

En Isaías 42:9 está el texto bíblico que sirvió de base para el Servicio Divino del 3 de diciembre de 2017 en Lübeck (Alemania). «He aquí se cumplieron las cosas primeras, y yo anuncio cosas nuevas; antes que salgan a luz, yo os las haré notorias».

Más de una vez Dios anunció lo nuevo: la venida del Redentor. «Él lo proclamó a través de los profetas y el último que lo proclamó fue Juan el Bautista», explicó el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider. Y la apelación de los que lo anunciaban a los hombres fue:

• creer en la promesa, aunque nada indique que se cumplirá,
• cantar al Señor un «nuevo cántico», pues la promesa es una fuente de esperanza, de aliento y de alegría,
• prepararse para la venida del Redentor, renunciar al mal y cambiar uno mismo.

El pasado cumple la promesa

El Nuevo Testamento ve cumplida esta promesa: «Jesucristo es el siervo enviado por Dios para librar a los hombres de los pecados y llevarlos a la comunión con Dios», mencionó el Apóstol Mayor señalando las múltiples cosas nuevas:

• «Dios se vuelve hombre. Nadie se lo podía imaginar».
• «Llegó en un tiempo en el que nadie esperaba que aconteciese justamente en ese momento».
• «Una virgen dio a luz un hijo. Nunca antes había pasado algo así».
• «Jesús dio lugar a un nueva relación con Dios. Presentó a Dios como el Padre».
• «Cristo estableció un orden nuevo. Llegó la ley del amor, de la gracia, de la misericordia».

El presente da promesas

Y hoy en día el Espíritu Santo vuelve a anunciar cosas nuevas:

• La promesa de Jesús: «Vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo».
• «Él viene cuando Él lo decide. Puede ser en cualquier momento. No habrá indicios de ello».
• «Cómo sucederá, es tan incomprensible como con la virgen María. Uno simplemente no se lo puede imaginar».
• «Él entonces nos llevará a una nueva relación con Dios. Estaremos bien cerca de Él».
• «El Señor también creará una nueva criatura, que se manifestará cuando estemos con Él».

El futuro al alcance

«Esto incluso va un poco más adelante, mucho más adelante», acentuó el Director de la Iglesia. Después de las bodas en el cielo, el Señor volverá a la tierra con poder y gran gloria para establecer el reino de paz. «El Evangelio podrá ser predicado a todos los hombres sin inconvenientes. Y todos los hombres podrán encontrar el camino a Jesucristo, otra vez algo totalmente nuevo».

«Amados hermanos y hermanas, este es nuestro futuro», dejó claro el Apóstol Mayor Schneider y finalizó con el llamado:

• «Cantemos este nuevo cántico. El cántico de la esperanza, el cántico de la confianza, el cántico de la alegría. ‘¡Mi Señor viene pronto!'».
• «Preparemos la venida del Señor activamente, dejando de lado todo lo que podría estorbar al obrar de Dios en nuestra alma y en el alma de nuestro prójimo».
• «Tengamos una fe firme porque todo lo que el Señor ha dicho hasta ahora, se ha cumplido».