En Angola, una mujer se convierte en “Mamá” como muy tarde a los 30 años, incluso sin tener hijos. Porque entonces puede participar en las actividades del “Groupe des Mamas”.
Sin ellas, la vida en las comunidades de Angola no funcionaría. Las “Mamás” son la base sobre la que se asienta la organización de la Iglesia Nueva Apostólica en Angola.
María Teresa es miembro de la Iglesia Nueva Apostólica desde su fundación en Angola. Hoy es la coordinadora del “Groupe des Mamas” (Grupo de las Mamás). Compara a su equipo con las mujeres de las primeras comunidades cristianas.
Hacer de madre de las comunidades
Está María, la madre de Jesús, que lo sacrificó todo por su hijo, creyó en Él e incluso estuvo a su lado en el momento de su muerte cuando los discípulos se escondieron aterrorizados. O la rica María Magdalena, de quien Jesús expulsó demonios y que desde entonces nunca se separó de su lado apoyándolo económicamente. O Marta, con cuya familia Jesús se sintió tan a gusto, quizá también porque siempre estaba deseosa de cuidar de Jesús y que confió plenamente en Jesús cuando murió su hermano y proveedor.
Hoy en día, eso significa que las mujeres organizan las clases de enseñanza en la Iglesia, capacitan y dirigen a los coros, visitan a los miembros de la comunidad que ya no pueden asistir a los Servicios Divinos, se ocupan de la ordenación en los Servicios Divinos y se sitúan a la entrada de la iglesia antes de los Servicios Divinos para dar la bienvenida a los creyentes.
Bienvenida a la comunión
Las “Mamás” son mujeres que han sido madres o han cumplido 35 años, es decir, son “demasiado mayores” para el grupo de jóvenes y pertenecen al grupo de adultos. Cada dos meses se reúnen con otras “Mamás” del distrito para hablar de la fe y de cómo “ser mujer”: en la propia familia, en la comunidad y en la sociedad.
Las “Mamás” se preparan para los constantes retos de la vida diaria cuatro veces al año con todas las mujeres de su área de Obispo. Dos veces al año hay también un encuentro de las “Mamás” a nivel del área de Apóstol y una vez al año a nivel nacional, es decir, para toda Angola.
Las reuniones son coordinadas por la hermana María Teresa, “siguiendo las directivas de nuestro Ayudante Apóstol de Distrito João Uanuque Misselo”, subraya. Él fija los temas y ella encarga a los referentes y los capacita.
Mantenerse sano
Uno de los temas favoritos de María Teresa es la atención sanitaria. El sistema sanitario público de Angola es gratuito, pero como solo una pequeña parte del gasto público se destina al sector, está muy mal financiado y carece de personal suficiente. El país también lucha contra epidemias como VIH/SIDA, ébola, malaria, fiebre tifoidea, tuberculosis, cólera, hepatitis y diarrea.
María Teresa cumple estrictamente las directrices del gobierno sobre ciertas medidas de precaución en la lucha contra las enfermedades, como la lucha contra el coronavirus. Está predestinada para el tema porque es licenciada en salud pública. “Utilizo mis conocimientos para ayudar en la atención sanitaria preventiva”.
Apoyarse mutuamente
María Teresa es una mujer bantú. El término “bantú” se refiere a unos 400 grupos étnicos diferentes de África Central y Oriental, así como del sur de África. “Según nuestro principio bantú, las familias son matriarcales, lo que significa que las mujeres fundan las familias”, explica María Teresa. “Por lo que siempre aceptan la figura del padre como proveedor”, subraya.
Los hombres, a su vez, aceptan a las mujeres y disfrutan del compromiso de las “Mamás” en la Iglesia. “Los hombres no solo nos respetan, sino que nos apoyan en todas nuestras actividades”.
Apoyadas y apreciadas
Y están muy agradecidos a las mujeres y a su compromiso. Por eso, el Apóstol de Distrito Rainer Storck celebró un Servicio Divino para las hermanas durante uno de sus últimos viajes a Angola a mediados de marzo, en el que les expresó su especial agradecimiento.
María Teresa está orgullosa de formar parte de las “Mamás”: “Porque como todos sabemos, las mujeres se encuentran entre los seres a los que Dios ha confiado una gran tarea: la de generar la vida”.