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El «Jefe»: en su tiempo, un adelantado

agosto 2, 2024

Author: Andreas Rother

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Un seguro de salud ofrecido por la Iglesia, una liga de fútbol formada por equipos de las comunidades y un área de actividad que cubría la mitad del globo terráqueo. Hace 130 años nacía Franz Schlaphoff, un Apóstol con un formato muy particular.

«Sin este llavero hoy no sería nuevoapostólico», dice el vocero de la Iglesia, Kenny Kotze (Sudáfrica). La pieza hecha a mano le había sido ofrecida a su padre en ocasión de una colecta realizada por la Iglesia Nueva Apostólica. Su anciano padre nunca antes había escuchado de esta Confesión y preguntó con interés por información sobre ella. «El resto es historia».

Aquel llavero había sido producido para una feria organizada por una comunidad para la fiesta de agradecimiento por la cosecha, una tradición en Sudáfrica que había hecho realidad el Apóstol de Distrito Schlaphoff y que coincidía con el día de su cumpleaños, el 3 de agosto. Esa fue solo una de las más pequeñas y numerosas innovaciones aplicadas en su área de actividad, la cual, cuando más tarde fue Ayudante Apóstol Mayor, finalmente comprendía todo el hemisferio sur de la tierra.

El joven que le dio un giro a la Iglesia

Heinrich Franz Schlaphoff creció en condiciones de pobreza. La familia se hizo nuevoapostólica en Pentecostés 1902. Recién ante la insistencia de su padre, el joven estuvo dispuesto a aceptar un ministerio en 1919. Después de la repentina muerte de su padre ya mayor, el hijo fue llamado al ministerio de Apóstol en julio de 1929 haciéndose cargo de la conducción de la Iglesia en Sudáfrica.

El joven le dio un giro a la Iglesia. Entre las medidas más radicales estuvo la eliminación de los Servicios Divinos en alemán. De allí en más, la prédica debía hacerse en inglés y afrikáans. La contemplación de las lenguas del país hizo que las comunidades tuvieran mayor afluencia, aquí en Sudáfrica como también más adelante en Sudamérica.

Y el Apóstol de Distrito creó nuevas estructuras: dividió la Iglesia regional en distritos de Anciano y posteriormente en distritos de Obispo, encomendó a la administración llevar los libros según el modelo europeo e hizo publicar circulares semanales para los portadores de ministerio en tres idiomas. A fines de los años 1940 publicó una revista propia de la Iglesia: «Our Familiy», cuyo nombre fue tomado del ejemplo alemán.

Más allá de los modelos europeos

En su gestión se adelantó en gran medida a lo que recién décadas más tarde se implementaría en la Iglesia madre de Alemania, a lo que se cuentan, por ejemplo, los informes anuales de la Iglesia regional sobre estructura, evolución de los miembros, gastos financieros para construcción de iglesias e ingresos de las ferias del día de agradecimiento.

Schlaphoff vio la pobreza de la gente disponiendo que la Iglesia realizara actividades sociales. Creó una caja de defunciones para que los hermanos y hermanas se pudiesen permitir un entierro digno. Y le dio vida a un seguro de salud, con tarifas económicas y consultas separadas con médicos contratados.

Incluso se ocupó del tiempo libre. Bajo la confederación «United Sports Union», la Iglesia mantuvo ligas propias de equipos de las comunidades en distintos deportes, como fútbol, críquet y sóftbol. La revista de la Iglesia informaba sobre los resultados de los partidos y los lugares en la tabla.

Una trayectoria de vida singular

Las circunstancias que se vivían en Sudáfrica no agradaban a todos. El Apóstol Otto Güttinger, de Suiza, se quejó ante el Apóstol Mayor sobre las visitas al cine, las noches de varieté con la juventud con humor, teatro y arte de magia, así como los bailes: «Hasta vi al Apóstol girar en círculo con los hermanos».

Quien dirigía la Iglesia, Johann Gottfried Bischoff, todavía defendió a su Ayudante: Schlaphoff era «el hombre dado por Dios que se ajusta a las circunstancias africanas». Pero 18 meses más tarde, la asamblea de Apóstoles decidió por unanimidad «negarse a aceptarlo como Ayudante Apóstol Mayor y sucesor del Apóstol Mayor».

Y en 1954 ese hombre, al que en Sudáfrica le gustaba que lo llamasen «Jefe», tuvo que renunciar a su ministerio de Apóstol. Fue el mismo año en el que el Apóstol Güttinger fue relevado de su ministerio y se intensificó el conflicto con el Apóstol de Distrito Peter Kuhlen en Renania (Alemania). Era justamente el tiempo en el que el Apóstol Mayor Bischoff escribía a los Apóstoles: «Que también hoy hay todavía en la Obra de Dios hombres con papel de liderazgo que cuentan con mi muerte y para el caso de que ocurriese, ya han ideado los planes correspondientes, es un hecho. Tengo mis pruebas de ello».

Hasta su muerte, acaecida en noviembre de 1965, Heinrich Franz Schlaphoff asistió a los Servicios Divinos en la comunidad Claremont (Sudáfrica). Y cuando fue anunciado allí el fallecimiento del Apóstol Mayor Bischoff, se puso de pie para rendirle honores. Un respeto que era recíproco. Pues el Director de la Iglesia había manifestado lo siguiente sobre el Apóstol: «Todo lo que logró este hombre fue único».

agosto 2, 2024

Author: Andreas Rother

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